Barbacena tiene su origen en una pequeña aldea de indigenas puris, formada por jesuitas cerca de las cabeceras del Río das Mortes. Atravesando la Mantiqueira por la quebrada de Embaú, portugueses y paulistas exploraron el sertón y se instalaron en el territorio, dedicándose inicialmente a la minería y, posteriormente, a la agricultura y la ganadería. Esta compañía fue fundada por el capitán García Rodrigues Paes Leme, en 1698. En representación dirigida al Príncipe Regente D. Pedro, el 11 de febrero de 1822, se propuso la villa de Barbacena como capital, sede de la Monarquía portuguesa, entonces en crisis, ofreciéndose los barbacenenses a luchar en defensa del Príncipe Regente, que en aquella ocasión había recurrido a los mineros. Barbacena recibió entonces el título de “noble y muy leal”, conferido por el primer Emperador, en 1832.

En 1840, Barbacena recibió el estatus de ciudad, junto con Campanha da Princesa, Paracatu y Minas Novas.

Para otros datos, vea el enlace de IBGE, instituto brasileño que organiza los datos oficiales de las ciudades.