La Ciudad Universitaria de Madrid fue impulsada en 1927 por el rey Alfonso XIII con el propósito de modernizar y centralizar la educación superior en España. Inspirada en modelos europeos y estadounidenses, buscaba reunir facultades, residencias y servicios en un único campus.

Algunos artículos en prensa destacaron el carácter monumental del proyecto y su fuerte carga simbólica, cultural y educativa. Coinciden en que Alfonso XIII pretendía dejar un legado que proyectara una imagen moderna de España y del mundo hispánico. La comparación con Atenas subraya el ideal humanista del proyecto, que aspiraba a convertir la Ciudad Universitaria en un centro de saber para los pueblos de habla hispana, similar al papel de la Atenas clásica. Así, la iniciativa se presenta no solo como una mejora en infraestructuras, sino como un proyecto cultural. Citas de la época, como las de La Antena Española y Miguel de Zárraga, refuerzan esta visión, exaltando la magnitud y la importancia simbólica de la obra como una nueva "Atenas" del siglo XX.