La comparación entre Madrid y Atenas aparece en diversas notas de prensa, así como en obras literarias y artísticas. Autores como Pedro Beroqui han celebrado la transformación de la capital española en una "nueva Atenas", impulsada por el espíritu ilustrado de monarcas como Carlos III. Bajo su reinado, Madrid experimentó un notable florecimiento cultural, favorecido por la creación y consolidación de instituciones dedicadas al arte, la ciencia y la educación. Uno de los ejemplos más emblemáticos de este impulso es la fundación del Museo del Prado.

Esta visión de Madrid como una heredera de la antigua Atenas no solo exalta su papel como centro cultural, sino que también la vincula con los ideales clásicos de belleza, sabiduría y civilización. En este contexto, la ciudad se presenta como un símbolo del progreso ilustrado y del resurgimiento de los valores humanistas, al igual que la Atenas de Pericles fue símbolo de esplendor intelectual y artístico en la Antigüedad.