El punto de partida de esta denominación es el excelente estado de conservación de la ciudad romana de Jerash en Jordania. Esta ciudad fue anexionada en el año 63 a.C. a la provincia romana de Siria. Se conservan templos dedicados a deidades como Zeus y Artemisa, además del Arco de Adriano en excelente estado de conservación, y otras estructuras como dos teatros y el hipódromo, así como el Ninfeo, la fuente con la que se abastecía agua a la ciudad.  De hecho, se trata de la ciudad romana mejor conservada del Medio Oriente, lo que ha hecho que se compare con Pompeya. Se trata del segundo destino más visitado en el país después de Petra.