Con la redacción de la historia patria de México durante el porfiriato, diversos investigadores fueron a las historias fundacionales del siglo XVI, también a las fuentes clásicas, así sucedió en la explicación de Nuahuatlán sobre la cual Eustaquio Buelna afirma:

Había en medio del mar, frente a las columnas de Hércules, una grande isla llamada Atlántida […]. La filología es un medio de investigación, y la voz Atlántida es de filiación netamente nahoa o azteca, con solo la desinencia griega. El jeroglífico de la peregrinación de los aztecas, confirma esta etimología, pues el punto de partida se representa por una isla con una pirámide en medio, arriba de la cual está el signo atl (agua) y el de atlatl, arma arrojadiza de los aztecas. Juntos ambos signos y terminando con una n se forma el nombre de Atlatlán. Que se ha convertido en Aztlatlán, o Aztlán. El imperio Atlántico extendió su influjo por Europa y América, donde ha dejado huellas geográficas y lingüísticas bien marcadas. […] En América muchos pueblos se llaman Atla o Atlan que es la radical de Atlántida, como Atlapán, Attlapanco, Atlaco, Atlacomulco, Atlagengo, Atlamajac, Atlomica, etc. Por otra parte, abundan las tradiciones referentes a la existencia de una isla en medio del Océano en tiempos muy lejanos. El nombre de Nahuatlán del lugar de procedencia de los nahoas o nahuatlacas, sin duda se debe a que el imperio central de Atlántida afectaba la forma cuadrangular como toda la isla, y era también una isla artificial, porque se hallaba rodeada de canales. Nahuatlán viene de nahui, cuatro; atl, agua y la preposición tlán, significando “entre cuatro aguas” […] Mucho se relaciona con la Atlántida la misteriosa Tule, Realmente Tule, Tula o Tolán ha existido, pero con la Atlántida desapareció en el mar […] Del Oriente procedía la raza nahoa que vino a fundar a Tolán o Tula que aún subsiste en el Estado de Hidalgo.  […] en América hay una multitud de lugares llamados Tula o Tule, y otros compuestos con esa palabra, como Tultengo, Tultenango, Tultita, Tulancingo, Tulpan, etc. Este nombre no pertenece sino a la raza nahoa o azteca, la cual se desprendió en remotísimos tiempos de la isla Atlántida.