Flora Célestine Thérèse Henriette Tristán y Moscos (1803-1844): Precursora del Feminismo y Defensora de la Clase Obrera
Flora Tristán
Biografía
Flora Célestine Thérèse Henriette Tristán y Moscos, reconocida históricamente como Flora Tristán, nació en París el 7 de abril de 1803, fruto de la unión entre el aristócrata peruano Mariano Tristán y Moscos y la ciudadana francesa Thérèse Lesnais. Un evento trascendental en su infancia temprana fue el fallecimiento de su progenitor cuando contaba con apenas cinco años. Esta pérdida no solo significó un golpe emocional, sino que también sumió a la familia en una situación de precariedad económica severa, aumentada por la omisión del reconocimiento legal de Flora y su madre por parte del difunto.
Contrariamente a la posterior indigencia familiar, los primeros años de Flora se caracterizaron por una relativa estabilidad y un entorno socialmente activo, marcado por la presencia de figuras notables como Simón Bolívar y su mentor, Simón Rodríguez. Sin embargo, la muerte prematura del padre alteró drásticamente su realidad, exponiendo a la familia a la desprotección legal y material por parte del estado francés revolucionario, que no reconoció sus derechos hereditarios.
Por este motivo, Flora se vio obligada a ingresar tempranamente en el mundo laboral, trbajando como obrera en un taller de litografía. A la edad de diecisiete años, contrajo matrimonio con André Chazal, propietario del taller, unión de la cual nacieron tres hijos, siendo Aline, una de ellas, la futura madre del renombrado pintor Paul Gauguin.
La experiencia matrimonial resultó decepcionante para Tristán, impulsándola a buscar empleo como criada en una familia inglesa, lo que implicó su traslado a Inglaterra. Este periodo marcó el inicio de una prolongada y ardua batalla legal de doce años por la custodia de sus hijos.
Las vicisitudes personales y las injusticias sufridas catalizaron en Flora un pensamiento crítico y una postura ideológica radical, que la consagrarían como una figura pionera del movimiento feminista. Sus posteriores viajes por diversos países, donde desempeñó una variedad de trabajos, la confrontaron directamente con su propia condición de "paria" social.
En 1833, Tristán emprendió un viaje a Perú con el objetivo de reclamar la herencia paterna. Si bien no logró la restitución total de los bienes, obtuvo una pensión mensual. Su estancia en Perú, durante la cual presenció la guerra civil y la marcada estratificación social, resultó crucial en la formación de su pensamiento, consolidándose como una ferviente defensora de los derechos y libertades tanto de la clase obrera como de las mujeres.
La persecución por parte de su exesposo persistió, culminando en un atentado que la dejó gravemente herida. Finalmente, Chazal fue condenado, liberando a Flora de esta amenaza constante.
Un viaje posterior a Londres resultó determinante en su trayectoria. Allí, logró acceder a la Cámara de los Lores disfrazada de hombre y estableció contacto directo con los trabajadores que vivían en condiciones precarias. Esta experiencia reforzó su compromiso con la causa obrera. De manera visionaria y anticipándose a la formulación de las teorías de Marx y Engels, recorrió Francia brindando apoyo a los trabajadores de su país.
Flora Tristán falleció en 1844, víctima del tifus a la temprana edad de 41 años.
Legado
Legó una gran obra literaria en la que plasmó sus ideas y vivencias, destacándose obras como Peregrinaciones de una paria, Paseos en París, Selección de Cartas, una recopilación de correspondencia del Libertador Simón Bolívar, Unión Obrera, así como dos textos en favor del divorcio.
En la totalidad de su producción escrita, se manifiesta una profunda preocupación por la situación de la mujer en diversos ámbitos: la sociedad, la familia, el ámbito laboral y su experiencia como viajera. Tristán desafió las convenciones de su época, abogando por la emancipación femenina y exhortando a las mujeres a confrontar la discriminación existente.
Paralelamente, la cuestión de los trabajadores ocupó un lugar central en su pensamiento. Su propia experiencia como obrera la sensibilizó profundamente ante las condiciones laborales precarias, llevándola a proclamar la célebre consigna: “¡Trabajadores del mundo, uníos!”. Entre 1843 y 1844, emprendió una gira por diversas ciudades francesas difundiendo su manifiesto Unión obrera, convocando a mujeres y obreros a la unidad y la organización como herramientas de transformación social.
Pódcast
Celebramos el Día del Libro 2025 rindiendo homenaje a mujeres imprescindibles que fueron pioneras en hablar de la igualdad con los hombres e incluso en algún caso eligieron vivir como ellos. En este pódcast, Flora Tristán nos cuenta aspectos relevantes de su vida y su obra.