Fichas
Autoría es exactamente
Julio Buchs
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Los desesperados Estados Unidos, durante la guerra de secesión. John Warner es un cabo excepcional del que solo se escuchan alabanzas por parte de sus superiores y compañeros. Un día se entera de que su amada está a punto de dar a luz y decide abandonar temporalmente el frente. Este cruza la frontera de México para asistirla; pero al llegar al pueblo donde ésta vivía, se encuentra con que ha fallecido por culpa de una enfermedad que hace estragos en el lugar: el cólera. Su suegro, un rico terrateniente, le entrega a su bebé para que se haga cargo y el pequeño muere un día de hambre. John se encuentra entonces solo, huyendo del ejército y también del padre de su fallecida amante.
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Las trompetas del apocalipsis La muerte del profesor Stone y Katherine interpretando una melodía, hace que Helen, amiga de esta escriba a Richard, paracaidista destacado en Hong Kong, que consigue un permiso especial para trasladarse a Londres. Richard no contento con las explicaciones de la muchacha ni la confirmación de Scotland Yard, decide iniciar personalmente la investigación.
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El hombre que mató a Billy el niño Nuevo Méjico del pasado siglo, Billy comete un homicidio por defender a su madre. Después de refugiarse en la cabaña de Garret, antiguo amigo de la familia, huye de Silver City internándose en México.
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Encrucijada para una monja En la región de Lukundu en el Congo belga se alza una misión de religiosas belgas. Ente ellas se encuentra Sor María Sacramento. La monja es violada y descubre que se ha quedado embarazada. Repatriada a Bruselas, es rechazada por su familia y su hermana, el Vaticano la pone en el dilema de entregar el niño a la iglesia y seguir siendo monja, o conservarlo y abandonar la orden.
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Piedra de toque Un joven, Carlos, hijo de un industrial que tiene fincas en Guinea, está enamorado de Dora. la secretaria de su padre, pero éste le desplaza en el corazón de la muchacha, quien se compromete en matrimonio con él. El hijo marcha a la Guinea donde, al principio, sigue una vida de cierto modo similar a la que tenía en Madrid, dedicado al alcohol y las posibles diversiones. Siente repulsión por la gente de color e incluso en un momento en que entra en una iglesia buscando en la confesión consuelo para sus preocupaciones, al ver que el sacerdote que está en el confesionario es negro, huye. Conoce después a una muchacha blanca, Elena, nacida allí, que resuelve su vida haciendo portes con una desvencijada furgoneta. El tiempo pasa y Carlos se interesa por las propiedades de su padre y por Elena. La alegría y el trabajo de la muchacha son un ejemplo para la abulia de Carlos, quien va comprendiendo el vivir sincero y sin disfraces de Guinea. Va perdiendo también sus ridículos prejuicios y trabaja, mano a mano, con la gente de color, a la que empieza a conocer y a estimar, ayudado en ello por el sacerdote negro. Dora rompe el compromiso con su padre, llega a Guinea en busca de Carlos y reaviva en éste el antiguo amor. Y Carlos ha de resolver su problema amoroso, dentro de lo que para él ha representado su experiencia colonial, y utilizando su corazón como piedra de toque para el amor de Dora y de Elena.