Vasconcellos (p. 344) sostiene que es de estilo bárbaro, por lo que considera que es de factura local. No obstante, dice recordarle ejemplares vistos en el Museo de El Cairo, sin precisar más, y ofrece un único paralelo de la corona en bronce (1). El basileion recuerda el de la terracota de Isis, nº 422 del catálogo del Louvre (2). La tipología, en cambio, se acerca más a la Isis nº 367 del catálogo del museo parisino, aunque ésta lleva una gruesa corona de flores. También guarda similitudes formales con los Harpócrates nº 296 y 279 del mismo catálogo, en especial por la corona de hojas formando nimbo entorno a la cabeza. Precisamente por las similitudes aducidas no parece que se trate de una «producción bárbara» (en el sentido de «indígena»), aunque pueda ser de factura local siguiendo modelos orientales.