Pieza de mármol blanco concebida en dos partes. La escultura consta de un plinto, sobre el que se alza un trono ocupado por una figura vestida con una túnica larga y un manto dispuesto sobre el regazo, que cae a la izquierda de sus piernas. A su lado derecho aparecen los cuartos traseros de un animal sentado, presumiblemente un perro, y en el lado izquierdo parece representado un cetro. Solo se conserva la mitad inferior, de la que faltan los pies de la figura sedente y la cabeza y cuartos delanteros del animal. Las piernas, cruzadas a la altura de los pies, no han sido resueltas con demasiada fortuna por el escultor, pues la pierna izquierda pareciera estar dislocada. El trono está decorado en sus laterales por un motivo en forma de aspa, mientras que por detrás es liso. Aunque falta la mitad superior de la composición, la iconografía permitiría identificar la figura con el dios Serapis.