C100. Catálogo. Baetica. Baelo Claudia - Bolonia (Cádiz). Santuario Iseo. Erigido al este de la terraza de los templos del capitolio del municipio romano, desde donde domina el foro y la ciudad (destacado en blanco en el plano adjunto). Ocupa una superficie de unos 530 m2. El edificio ha sido excavado por una misión francesa de la Casa de Velázquez entre 1982 y 1990. Fue construido tras la demolición a mediados del siglo I, de unos edificios construidos unos cincuenta años antes, que se hunden probablemente como consecuencia de un terremoto. Los arqueólogos no excluyen la posibilidad de que esos restos pertenezcan a una primera fase del iseo. Los materiales arqueológicos permiten establecer la construcción del nuevo edificio entre los años 60 y 70; su vigencia durante ese siglo y el siguiente parece avalada por la aparición de 12 monedas halladas en el hogar del patio, la última de las cuales se fecha en 141. El abandono definitivo, determinado por los materiales aparecidos, se establece un siglo más tarde, como consecuencia de otro terremoto que sacudió la ciudad a mediados del siglo III. El edificio se construye con la misma técnica que se emplea en los vecinos templos capitolinos, los materiales son pobres, por lo que el edificio se recubrió de estuco blanco. Los capiteles eran de tipo corintio y junto a algunos tambores fueron colocados en orden para una posible reconstrucción que nunca se llevó a cabo. El recinto sacro estaba rodeado por un muro rectangular (29,84 x 17,80 m) con una sola entrada, en el centro de la fachada meridional. Esta entrada da acceso a un peristilo, cuyas galerías tienen más de dos metros y medio de ancho. El pórtico tiene cinco columnas en sus lados largos y cuatro en los cortos. En el extremo sur de la galería occidental había un pozo. En el patio había cuatro construcciones: el pozo, un estanque rectangular (1,60 x 0,69 m) situado en el eje del altar y del templo, el altar central y el hogar (2,40 x 2,58 m incluyendo las paredes, el espacio interior es de 1,36 x 1,54 m) donde se quemaban las ofrendas. En el centro del patio se erigía un pequeño templo típicamente romano sobre podio (8,02 x 4,62 m). La cella, prácticamente cuadrada, no llegaba a los 9 m2; estaba precedida por una pronaos. En la parte posterior hay tres edificios que se abren al pórtico norte. El edificio situado al este tenía una parte a cielo abierto, delimitada por cuatro columnas, un altar, una estructura cuadrada vacía en el centro y un edificio en cripta; los arqueólogos le atribuyen una función religiosa: se trataría de la sala de iniciación en los misterios isíacos. Está en conexión con el más occidental de estos tres edificios, que es una cocina, y la siguiente que pudo ser sala de banquete o de reunión, aunque no se ha hallado ningún resto significativo. Entre los restos del altar del patio principal se han podido documentar higos, dátiles, semillas de altramuz y piñas carbonizados. En torno al altar de la habitación trasera se han encontrado huesos de animales, en su inmensa mayoría de pollo, cocinados sin cabeza, sólo hay un resto de oca y un diente de buey. De la decoración del templo no se conserva prácticamente nada, a excepción de la esfinge que se recoge más adelante y de un posible resto de la estatua de culto. Fecha: ca. 65 d.C. a mediados del siglo III d.C.
C101. Catálogo. Baetica. Baelo Claudia - Bolonia (Cádiz). Inscripción <p>Placa de plomo con un ansa incompleta, hallada en las excavaciones de 1970 en el pozo del SO. del patio.<br />
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<i>Isis Muromem / tibi conmendo / furtu(m) meu(m) mi fac/ tuto numini maes/tati exsemplaria / ut tu euide(s) immedi/o qui fecit autulit / aut (h)eres opertoru(m) / albu(m) nou(um) estragulu(m) / nou(um) lodices duas [me](o)?/ uso rogo Domina / per maiestate(m) tua(m) / ut (h)oc furtu(m) repri/ndas.<br />
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<i>«Isis Myrionyma, te encomiendo el robo del que soy víctima. Haz en mi favor actos ejemplares con tu firme divinidad y tu majestad, de manera que te lleves de en medio a quien lo ha hecho, a quien [me] ha quitado, o a su heredero, una manta blanca nueva, un cobertor nuevo, dos colchas para mi propio uso; te ruego ¡oh, Señora mía!, en nombre de tu majestad, que castigues este robo».</i></i></p>