El exilio femenino tras la Guerra Civil, es la culminación de un éxodo soterrado, complejo y lleno de vicisitudes. El primer grupo lo componen las madres, esposas e hijas que acompañan a sus familiares en su salida. Otro grupo, muy heterogéneo, es el formado por mujeres que huyen del país intentando evitar una represión, dirigida hacia ellas, por cuestiones ideológicas. Diputadas, intelectuales, profesionales o amas de casa que habían tenido una fuerte implicación con la causa republicana o que habían destacado en su labor pública, tanto en el ámbito político, social o laboral. Las que consiguen escapar pretenderán recuperar sus vidas y sus trabajos en el país de acogida donde, en muchas ocasiones, desarrollarán una importante labor hasta que, muchos años después, pudieran regresar a España.