Prisión

Cárcel de Porlier

Manaut retornó al establecimiento penitenciario de Porlier el 8 de abril de 1943. Allí permaneció por casi un año. Un testimonio de la época confirma que en Porlier se vivía como “piojos en costura”.

Aunque su denominación oficial era Prisión Provincial de Hombres número 1, “la cárcel de Porlier” fue conocida por este nombre ya que ocupaba un edificio en la calle General Díaz Porlier, nº 54 en el Distrito Salamanca de Madrid. En la actualidad el edificio está ocupado por el Colegio Calasancio.  

Tenía fama de dureza, y de ella salían los condenados a morir fusilados.

Es en la cárcel de Porlier donde comienza a reflejar a través de los dibujos carcelarios la vida en prisión, testimonio de las penurias vividas allí. Desde el primer momento, solicitó permiso para pintar en la cárcel. Pintar, dibujar, además de para ganarse la vida, era una forma de evadirse y pasar las largas jornadas en la cárcel, en lo que él llamó “las horas muertas”.

Mantiene una intensa relación epistolar con su esposa, Ángeles Roca Fava, marcada por la separación forzosa. Esta correspondencia muestra la preocupación del pintor por el destino familiar y su afán de continuar trabajando como pintor.

Solicitud de permiso para pintar, 1943

Muestra de la vida carcelaria, cotidiana y de supervivencia de la estancia de José Manaut en prisión son algunos de los documentos conservados en su archivo personal, como una relación de enseres que le enviaba su familia, una tarjeta de visita de un recadero (que hacía de intermediario entre los presos y sus familias) y testimonios que reflejan cómo la estancia en prisión afectó a su salud.

Relación de enseres, 1943

Tarjeta recadero de Madrid a las prisiones

Enfermería de Porlier, 1943. Universidad de Valencia

La puesta en marcha de la prisión de Carabanchel determinó el traslado forzoso de todos los reclusos.

En este vídeo Stella Manaut lee la despedida a Porlier que su padre narró en sus diarios.