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3.02.01. Pedestal con inscripción
<p> Parte posterior sin pulir. Se descubrió en 1962, encastrado en el paramento interior de una torre donde se conserva.</p>
<p><em>K(auti) deo / L(ucius) Valer(ius) Monteius / v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).</em></p>
<p>Al dios Cautes. Lucius Valerius Monteius cumplió su promesa de buen grado y de la forma debida.</p>
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3.01.03.04. Plaqueta de bronce
<p>Plaqueta de bronce en forma de <i>tabula ansata</i>, con una perforación circular en la parte superior (Fig. 3.01.03.04). Apareció en 1982, bajo un empedrado, en muy mal estado de conservación. El texto está grabado mediante punciones y su lectura se ha realizado por medio de radiografías. </p>
<p><em>M(arcus) Flavius Moschus / Nep[t]uno V(otum) S(olvit) L(ibens) M(erito)</em></p>
<p>Marcus Flavius Moschus. Cumplió su promesa a Neptuno de buen grado y de la forma debida.</p>
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3.01.03.03. Plaqueta de bronce
<p>Una plaqueta de bronce en forma de <i>tabula ansata</i>, con dos perforaciones centrales para fijarla seguramente a una superficie, como exvoto. El texto está escrito mediante punteado.</p>
<p><em>Aphni Pacci (o P(ubli) Acci) / Saturnini / Proc(uratoris) Vespa{si}/siani Aug(usti) L(iberti)</em></p>
<p>[Exoto u ofrenda] de Aphnius, liberto de Paccius Saturninus (o de Publius Accius Saturninus), procurador de Vespasiano Augusto.</p>
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3.01.03.02. Pátera
Pátera de ofrenda de terra sigillata aretina del taller Rasinius, de 66 cm de diámetro. Fabricada en Arezzo entre el 25 y el 15 a.C. Forma parte del conjunto de materiales correspondientes a la primera etapa de construcción romana en el lugar.
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3.01.03.01. Tres fragmentos de una losa de mármol
Tres fragmentos de una losa de mármol de Chemtou (Túnez) aparecidos dos de ellos en Can Modolell y el tercero en Cabrils. A partir de los datos extraídos de las piezas, los autores logran una lectura que permite, al menos, evaluar la importancia del monumento.
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3.01.02.12. Altar con dedicatoria
<p>Altar con dedicatoria sometida a <i>damnatio</i>. Las primeras letras de las dos primeras líneas se han perdido. En la primera solo se ve IA y en la segunda VS. Fue reutilizado en un muro correspondiente a la reorganización del siglo II.</p>
<p><em>[---]ia[e] / [---]us / Licin[i]us.</em></p>
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3.01.02.11. Tres soportes de mesa.
Tres soportes de mesa fabricados con mármoles diferentes.
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3.01.02.10. Restos de bronce
Restos de bronce aparecidos fuera del supuesto mitreo entre los que destaca un aplique de unos 2 cm de diámetro, con forma de cabeza de león, cuya boca está perforada
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3.01.02.09. Fragmento de mármol correspondiente a la espalda de una figura
Fragmento de mármol correspondiente a la espalda de una figura con arranque de brazo y restos de la vestimenta. Tal vez forme parte de la escultura 3.01.02.07.
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3.01.02.08. Fragmento de mármol con representación de una mano con disco.
Fragmento de mármol con representación de una mano con disco. Tal vez forme parte de la escultura 3.01.02.07.
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3.01.02.07. Fragmentos de escultura
Fragmentos de escultura de la que solo se conserva parte de una pierna, desde la rodilla al talón; conserva la parte superior del calzado con decoración de una cabeza de león. Mármol importado de Carrara o Luni.
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3.01.02.06. Pequeño fragmento de lámina de bronce
Pequeño fragmento de lámina de bronce de un objeto indeterminado en la que se representan dos aves especulativamente identificadas como cuervos.
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3.01.02.05. Fragmento de lápida votiva de piedra calcárea
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3.01.02.04. Árula anepígrafa
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3.01.02.03. Camita de bronce o exvoto
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3.01.02.02. Fragmento de zócalo de un altar
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3.01.02.01. Una ara con restos de inscripción
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3.01.01.06. Placa de mármol muy deteriorada de la que se conservan tres fragmentos
Es de mármol itálico. En el primer fragmento se aprecia la parte superior de la placa en la que se ve la parte superior de una C y quizá una A. En el segundo fragmento, roto en dos, corresponde a la parte izquierda de la misma placa en el parece verse la continuación del trazo de la C anterior y en la segunda línea una D. En el tercer fragmento, que corresponde al ángulo superior derecho de la placa, se ve en la primera línea el final de una O; en la segunda, las letras ANI.
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3.01.01.05. Diversos fragmentos de un recipiente de piedra decorado con una serpiente en el borde
Aunque los vasos decorados con serpientes no son exclusivos del culto mitraico, son habituales en los espacios a él dedicados y, en la forma específica de crateras son relevantes en los rituales. Dado el extraordinario valor de esta, podríamos pensar que se trata de una de ellas, como la que ofrece en Pax Iulia el magister Messius Artemidorus (nº 1.03.01).
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3.01.01.04. Coronamiento ornamentado de ara
<p>Fragmentos de mármol hallados en el criptopórtico. El remate del coronamiento visto desde el frente consiste en dos cabecitas interpretadas bien como las de los dadóforos (Bonamusa), a la manera del remate del altar de S. Clemente en Roma (Vermaseren, <i>CIMRM</i>, I, 339), aunque en este caso no van tocados con el gorro frigio, bien como Sol y Luna (Rodà), bien como las estaciones/vientos (Romero Mayorga), como se aprecia en el altar de Hedderheim III (Vermaseren, <i>CIMRM</i>, II, 1127); entre ellas hay una decoración de pliegues ondulados. En los laterales, el coronamiento va rematado con motivos animales y vegetales, quizá en referencia a las ofrendas (Pascual), entre los que destacan el bóvido, el león, la roseta o disco solar y la cratera, síntesis de elementos iconográficos no exclusivamente mitraicos, pero muy bien integrados en su conjunto en el sistema referencial mitraico. </p>
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3.01.01.03. Árula cilíndrica de mármol blanco con inscripción
<p> Fue hallada durante la campaña de limpieza en Can Modolell en 1987 en la zona norte del criptopórtico. El campo epigráfico está delimitado por molduras.</p>
<p><em>K(auti) v(otum) s(olverunt) / Successus / Elaine / Caesaris</em></p>
<p>Para Cautes. Successus y Elaine, esclavos del César, cumplieron su promesa.</p>
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3.01.01.02. Fragmento de coronamiento de un pedestal cilíndrico
<p>Fragmento de coronamiento de un pedestal cilíndrico en piedra calcárea, ligeramente rosácea, con moldura en la parte inferior con inscripción (Fig. 3.01.01.02). Hallado en Can Modolell en 1983.</p>
<p><em>K(auti) V(otum) S(olvit) L(ibens) M(erito)</em></p>
<p>A Cautes. Cumplió su promesa de buen grado y de la forma debida.</p>
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3.01.01.01. Árula de mármol blanco azulado con inscripción
<p>Hallada casualmente en una reforma de un camino en Can Modolell en 1974. </p>
<p><em>K(auti) d(eo) / L(ucius) Petre/ius Vic/tor ali/arius / d(eo) K(auti) M(ithrae) / v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito)</em></p>
<p>Al dios Cautes / Lucius Petreius Victor, comerciante de ajos, al dios Cautes Mitra, cumplió su promesa de buen grado y de la forma debida.</p>
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3.01.01. Supuesto mitreo en Can Modolell
<p>Supuesto mitreo en Can Modolell, yacimiento situado a unos 130 km al nordeste de la capital provincial, <i>Tarraco</i>, a unos 30 de Barcelona siguiendo la línea de costa y a 5 km de Cabrera de Mar. El yacimiento no ha sido excavado en su totalidad, pues falta todo el cuadrante NO. y no hay una publicación adecuada de la evolución arquitectónica del espacio. Su descubrimiento fue casual en 1974 y los restos actualmente visibles son producto de las actuaciones de la Secció Arqueològica del Museu de Mataró entre los años 1974 y 1984, por lo que los hallazgos se conservan en el museo de esta localidad. Una intervención en 1999 permitió determinar la planimetría como la conocemos ahora. La última intervención, de 2011, estableció el límite norte del yacimiento y confirmó la ausencia de otras construcciones romanas en los alrededores. Se trata de un gran espacio con diferentes edificios, interpretados bien como construcciones de una villa romana de explotación agraria compuesta por varias estructuras, o bien como espacio sacro desde sus orígenes, quizá incluso de época ibérica tardía. Sin embargo, no parece que haya una continuidad formal, funcional, ni espacial entre los restos ibéricos y los altoimperiales. En su conjunto, el área excavada abarca más de 350m2, aunque se estima en más de 1000 m2 el espacio arqueológico. Los primeros materiales romanos son de época augustea, pero no van acompañados de construcción. El origen de las edificaciones romanas se sitúa entre el período de Tiberio y el de Claudio, probablemente en conexión con la propia remodelación de <i>Iluro </i>y su territorio al obtener la municipalidad. En la segunda mitad del siglo II el conjunto adquiere un aspecto mucho más estructurado por una serie de intervenciones sobre las que no hay acuerdo si se acometen simultáneamente o de forma progresiva. El hecho es que hacia mediados del siglo II, el conjunto se dota de una entrada monumental con continuidad en un criptopórtico, en el que supuestamente se instalaría un mitreo, idea no compartida por algunos autores (Clariana <i>et alii</i>, 2000, 165-200). En algún momento del siglo III o del IV, el complejo cayó en desuso, las estructuras colapsaron –sin que se pueda determinar si hubo acción violenta– y el espacio quedó cubierto por tierra. En la segunda mitad del siglo V se establecen nuevas edificaciones sobre el estrato de abandono.</p>
<p>La documentación parece indicar que en Can Modolell se veneraban otras divinidades al margen de Mitra, Neptuno, con casi total seguridad y una divinidad femenina no identificada, según se indica más adelante. La mayor parte de los hallazgos destacados, mármoles de importación, bronces y dedicatorias en bronce, corresponden a este período cronológico. Una inscripción, fechada en época augustea, conmemora una <i>erogatio stipis</i>, un reparto realizado por los magistrados locales. Es, sin duda, anterior a los materiales mitraicos, lo que podría avalar la hipótesis de que el lugar era ya sacro antes de que se ofrecieran los primeros objetos mitraicos. En esa dirección apuntan asimismo la inscripción de <i>Aphnius</i>, un liberto de <i>Paccius Saturninus</i>, procurador de Vespasiano, que corrobora el uso del espacio en la segunda mitad del siglo I d.C. y la <i>tabula ansata </i>dedicada en el último tercio del siglo I d.C. por <i>M</i>(<i>arcus</i>) <i>Flavius Moschus</i>, a una divinidad que no se reconoce, aunque se ha sugerido que fuera Silvano. Es muy probable que el dedicante sea un liberto Flavio. Todos estos hallazgos parecen corroborar la existencia de un espacio cultual en la segunda mitad del siglo I d.C., en el seno de una propiedad imperial (1), donde se acondicionaría, ya en el siglo II, quizá un ambiente específicamente mitraico o incluso un mitreo. En cualquier caso, la epigrafía conservada da preeminencia a Mitra, no sabemos si como deidad única venerada a partir de un determinado momento o como divinidad que comparte un espacio sacro previo en el que cohabita con otras deidades. Tanto en uno como en otro caso, el espacio reacondicionado hacia mediados del siglo II proporciona un valor simbólico adicional a la historia del lugar, pues un nuevo dios ocupa un lugar ancestralmente sacro quedando así legitimado. Otra alternativa sería admitir que Mitra accede a ese espacio sacro de la mano de sus devotos no en exclusividad, sino compartiéndolo, de tal modo que no podríamos hablar en propiedad de la existencia de un mitreo.</p>
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FC2.12.01. Las excavaciones realizadas en la villa romana de Fuente Álamo
<p>Las excavaciones realizadas en la villa romana de Fuente Álamo, desde 1982, han sacado a la luz un complejo arqueológico, que inicialmente parece haber sido un <i>balneum</i>, presumiblemente abandonado a mediados del siglo II y convertido en la segunda mitad del siglo III en una enorme villa, aunque carente de suntuosidad. Los suelos no parecen pavimentados, sino de tierra apisonada. Un siglo más tarde se emprende intensamente la redecoración de la villa, cuya habitación nº 10 interpretada como posible mitreo (Fig. 2.07.01a). Es muy probable que esa habitación hubiera tenido con anterioridad otra función, porque en cierto momento se cegaron sus hornacinas, con la intención de evitar la iluminación externa. La habitación está dividida en tres cuerpos, dos de los cuales corresponderían a las dos bancadas, de las que no hay huellas. Dado que toda la estancia está pavimentada con un mosaico, de motivos geométricos en blanco y negro, debemos suponer que en este caso los bancos eran de madera. En el pasillo central, situado en una cota unos 15 cm más baja que los laterales, se aprecian los restos de lo que pudo haber sido el altar, aunque lo que resulta ahora visible es un hogar tardoantiguo. Las paredes debieron estar recubiertas con estuco y presentan restos de fuego. El supuesto mitreo está precedido por un pronaos cuya misión sería almacenar objetos del culto y servir de sala auxiliar. La pared del fondo tiene un ábside semicircular bien conservado, en el que se supone que habría estado el relieve o la escultura tauróctona. La ausencia total de materiales dificulta la adscripción religiosa, pero expresa el exquisito cuidado con el que el espacio se dejó vacío.</p>