John William Polidori, nacido en Londres en 1795, fue un médico que quiso ser poeta. Por siempre su nombre estará unido al de Lord Byron, quien lo eligió como su médico personal para el viaje que emprendió por Europa y lo llevó a la Villa Diodati. Parece ser que Byron no tenía mucha fe en las veleidades literarias de su galeno y hay quien dice que incluso se burlaba cruelmente de ellas. Polidori escribió un diario en el que narra las peripecias del viaje y del que precisamente se deduce que la relación entre ambos distó mucho de ser una amistad estrecha. A pesar de ello, él también participó en el desafío de la villa suiza y eso lo llevó a escribir El vampiro, la primera obra que creó este arquetipo de la literatura y de la que se puede decir sin temor a equivocarse que deriva la imagen del vampiro romántico. La obra se publicó en 1819 y no fue muy difícil para algunos de sus lectores sacar de ella veladas alusiones Byron (de hecho, hubo quien pensó que él era el autor, ya que los nombres de sus protagonistas llevaban a deducirlo) y concluir que en él Polidori descargó el rencor que sentía por su paciente. Sea como fuere, la obra tuvo mucho éxito, de ella se derivaron otras muchas e incluso hubo una ópera basada en ella, Der Vampyr, de Märchsner. Polidori, que también pudo haber tenido a gala ser tío de uno de los más importantes representantes del movimiento pictórico de los prerrafaelitas (Dante Gabriel Rossetti, hijo de su hermana Maria), se suicidó en 1821 ingiriendo ácido cianhídrico.