Se trató de una revista general, de inclinación fundamentalmente profesional, aunque en sus páginas se dedicó siempre una sección a textos doctrinales.
La revista alternó y combinó contenidos como: informaciones prácticas sobre nombramientos judiciales y administrativos, extractos de sentencias judiciales y opiniones fiscales, documentos gubernamentales como dictámenes de ministerios, guías domiciliarias de abogados, procuradores y escribanos actuarios, republicación de discursos para optar el grado de doctor en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de San Marcos, artículos doctrinales de autores extranjeros, bibliografía jurídica, entre otras. Se trataron prácticamente todas las materias jurídicas de la época.
En su tercera época, año VIII, pasó a ser el “Órgano del Ilustre Colegio de Abogados de Lima”.
También se aprecia un conocimiento considerable del movimiento editorial internacional, en las secciones de reseñas y bibliografía dividas por obras procedentes de diversas ciudades: Madrid, París, Buenos Aires, La Habana, San José (Costa Rica), Guayaquil, en las cuales se informa sobre los contenidos de las revistas jurídicas publicadas en dichas ciudades (algunas llegaban a Lima por canje, según lo indicaba el director), así como por republicaciones de artículos de las mismas.
En su prospecto indicó:
«Aceptamos y seguimos, por lo tanto, la costumbre de exponer los motivos de una nueva publicación, y el pensamiento y miras de su autor. Está anunciado que saldrá á luz la “Gaceta Judicial” ó diario de los Tribunales, órgano del Poder Judiciario; lo que me ha sugerido la idea de publicar otro periódico del mismo género, con el título “El Derecho”, órgano de los Abogados y de los que piden justicia.
La publicación de un periódico de Tribunales, llama la de otro de Legislación y Jurisprudencia. La publicidad de los actos judiciales, para que sea fructífera, requiere la de su examen razonado é imparcial. La Jurisprudencia práctica, sin un estudio comparativo de ella con la Legislación y los principios jurídicos, no satisface el interés científico, ni propende al adelanto nacional.
“El Derecho” dará siquiera la iniciativa para llenar ese vacío, que deja naturalmente un diario oficial; para satisfacer una necesidad de la profesión de Abogado, y para establecer un justo equilibrio en el importante ramo de la administración de justicia. Vacío y necesidades que no existían en las dos épocas, 1861 y 1874, en que se ha publicado periódicos de Derecho, con el título defectuoso, por cierto, de “Gaceta Judicial”, porque, como no servían de órgano del Poder Judiciario, comprendían lo que ese título significa, y eran, además, diarios de Legislación y Jurisprudencia.
Los periódicos de Derecho son agentes poderosos del progreso de la ciencia jurídica y del mejoramiento del mejoramiento de la Legislación patria. Los profesores de Derecho tienen en ellos un estímulo para el estudio, un medio eficaz de propagar sus doctrinas y un vasto campo en que establecer la discusión, fuente de las luces. El Legislador encuentra en esas publicaciones, los defectos y remedios de la ley; el Juez, los de su aplicación; el litigante vencido en buena lid, la demostración de la justicia del fallo; y el que ha perdido una causa por falta de infalibilidad en los Jueces, modera los ímpetus que le produce la sentencia adversa, si le sale al encuentro un aliado desconocido que lo lleva al vencimiento moral, por la senda del debate tranquilo y elevado.
Las secciones de “El Derecho” versarán sobre los principios de Legislación y Jurisprudencia, comentarios de nuestras leyes, su comparación con las extranjeras, Jurisprudencia práctica, examen de los fallos judiciales, gacetilla judicial é intereses del foro nacional.
“El Derecho” abre sus columnas, con honra y sin interés, á los miembros del Poder Judicial, al Ilustre Colegio de Abogados, á las Universidades de la República, al Ateneo de Lima y demás personas, colectivas ó individuales, que cultiven algún ramo de la Jurisprudencia, para lo cual tiene una sección de “Colaboradores”.
En ella, lo mismo que en la editorial, no sé hará el examen de ningún juicio determinado, sino cuando las resoluciones tengan el sello de la ejecutoria. Los interesados pueden hacerlo antes, en la sección “Remitidos” siempre que sus escritos no sean contrarios á la decencia, á las buenas costumbres ó a la respetabilidad de las leyes ó de las autoridades».
Al cumplir su primer aniversario dijo: “Lamentábamos la falta en el Perú de un periódico de Legislación y Jurisprudencia”.
En conclusión, la revista es un buen observatorio para tomar conocimiento del movimiento, personas y debates jurídico de la época en el foro limeño.