La Gaceta del Ministerio Fiscal cumplió con el subtítulo de ser un Eco esencialmente práctico de la administración de justicia en general y en especial en los asuntos de Hacienda en España y sus provincias de Ultramar. Fundada en 1876 tuvo como director a Emilio Ayllón y Altolaguirre, promotor fiscal en Madrid y como subdirector y administrador a Luis Macías y Ortiz de Zúñiga, doctor en ambos Derechos. Su prospecto declaró que la «experiencia en el desempeño de algunos cargos de las carreras judicial y fiscal nos ha persuadido de la conveniencia y áun necesidad de una publicación periódica» porque el Ministerio Fiscal estaba para «la defensa del Estado en su representación en los asuntos judiciales». Y para esto el proyecto editorial fue entregar un producto que «partiendo de datos auténticos, debidamente autorizados, y con un criterio eminentemente práctico, promueva y dilucide, mediante el concurso de adecuados medios de ilustración y competencia, las cuestiones tan vitales que ofrece constantemente la administración de justicia». Otra revista de tribunales, pero ahora compuesta por los integrantes del cuerpo funcionarial, para hacer un periódico que obedezca «á un criterio esencialmente práctico», con detallado tratamiento de cuestiones del gremio y careciendo de densidad teórica. Desde luego, buena parte de su contenido se inclinó hacia el Derecho penal, aunque también hizo reseñas de obras de cultura jurídica general. De todas formas, la publicación participó de una generación de revistas que tuvo una autoconciencia más clara sobre el rol de este tipo de publicación periódica en el campo jurídico.