En Sevilla se fundó la revista La Ley, teniendo como subtítulo Revista de Legislación, Jurisprudencia, Administración y Notariado. Organizada por el erudito Manuel Ventura Camacho y Carbajo, bibliotecario de la universidad hispalense, esta revista contiene múltiples materiales de interés. En su prospecto subrayó la importancia de «la ley escrita» para los pueblos, así como la necesidad del «principio de codificación» según el cual el Derecho debía plasmarse en «preceptos filosóficos, redactados con nimia escrupulosidad y estraordinaria exactitud, conformes en un todo con el espíritu dominante de la época». Se sugirieron los deberes de reforma, el espiritualismo y la necesidad de estudio de la «ciencia del derecho», como escribía en el primer número Ventura Camacho en «Nuestro pensamiento». Sostuvo que la «moral y la historia son las mejores fuentes de la legislación» y apostó por leyes estables y poco numerosas; se adscribió a la codificación como un medio por el cual «desaparecerá ese caos de nuestra legislación que empieza en el Fuero Juzgo, y atravesando mas de catorce siglos, acaba en el último tomo de la voluminosa coleccion de decretos». Se repitieron a la largo de la revista los principios rectores de codificación, ley escrita, espíritu del siglo y pretensiones de cientificidad. Se trataron materias diversas en textos de buena calidad sobre la Administración y oposiciones para la selección de funcionarios, formación del Notariado, reflexiones sobre aspectos organizativos de la instrucción pública, e incluso la reproducción de algunos discursos doctorales.