La Revista de Derecho y de Sociología (no Revista de Derecho y Sociología como se escribe erróneamente) fue una publicación breve y excepcional. Constituyó una de las más remarcables tribunas para la apertura de la renovación teórica y metodológica de los juristas mediante la difusión de nuevos temas, estilos, métodos y formatos. Tuvo una ambición completamente teórica y científica.
Adolfo Posada resumió el programa de la revista exponiendo: «Aspiramos a condensar en una publicación independiente el movimiento jurídico y social de España y del extranjero. Nuestro propósito es fundar una Revista de carácter ante todo científico, que refleje cuanto entre nosotros se trabaja en el Derecho y en las ciencias sociales y que sirva de órgano de comunicación con el mundo culto». Ahora bien, agregó que «al afirmar el carácter científico de nuestra Revista, no se crea que rechazamos de sus páginas ni la actualidad palpitante, ni menos el estudio de todas aquellas cuestiones prácticas que tanta importancia tienen en el Derecho y en la Sociología. Nada de eso; la actualidad legislativa, política, parlamentaria, el debate judicial, el funcionamiento de las instituciones, los acontecimientos de interés relativos a las cuestiones sociales, así como el examen de los problemas jurídicos que a cada paso surgen en la vida del Derecho bajo sus innumerables formas, todo habrá de encontrar su lugar propio en las páginas de la Revista de Derecho y de Sociología». En sentido contrario, «el carácter científico de esta publicación ha de revelarse, de una parte, en su posición absolutamente neutral ante las escuelas y los partidos. La Revista no será órgano de propaganda interesada de ninguna doctrina, y mucho menos ha de serlo de ninguna parcialidad política. Palenque abierto a todas las ideas, de cuanto en ella se diga responderán quienes firmen los escritos publicados. Por otra parte, ese mismo carácter científico ha de revelarse en el modo de tratar los asuntos palpitantes. Tampoco aquí se quiere hacer obra de partido ni de escuela. La imparcialidad y serenidad en los juicios, la moderación en las apreciaciones, la reserva, la prudencia y la discreción habrán de ser, hasta donde sea dable, las notas que deseamos concurran en todos los escritos que la Revista dedique a los asuntos jurídicos, políticos y sociales de palpitante actualidad». Posada agregó que: «Mil veces, en la preparación de nuestros proyectos, hemos desconfiado de salir airosos, y mil veces hemos sentido nuevos y más vivos entusiasmos al ver con qué simpatía y con qué calor se acogía nuestra idea por casi todas las personas a quienes nos dirigimos en demanda de consejo y ayuda. Hoy ya, vencidos los obstáculos de la preparación y convertido en realidad nuestro proyecto, contando con el concurso efectivo de una redacción competente de personas cuyo nombre es una garantía de acierto, y de una colaboración efectiva, española y extranjera, en la cual figuran las personas que actualmente gozan de la más alta reputación científica, la Revista puede, sin temor, prometerse la realización cabal de los deseos acariciados por sus fundadores».
En sus secciones se realizaba el proyecto en términos de sección doctrinal con estudios de sus colaboradores sobre de las cuestiones jurídicas y sociológicas más importantes. También hubo una potente «revista de la prensa jurídica y social extranjera, que procuraremos sea tan completa como exige la información científica que este poderoso órgano de la cultura supone, y además una amplia revista bibliográfica». Se complementaba con una sección de consultas, informes, críticas de sentencias y una sección de crónicas y noticias.
Desfilaron así grandes temas como el método propio para la constitución de la ciencia del Derecho civil, concepto del Derecho internacional privado, discursos sobre el Derecho civil y los pobres, la enseñanza de las ciencias sociales en las universidades alemanas, entre otros, sobre casi todas las disciplinas jurídicas.