Dentro del campo del Derecho Notarial, puede decirse que es la revista jurídica históricamente más relevante de España. En general, la historia de sus épocas se resume en que comenzó en abril de 1858, su segunda época comenzó en 1893. Fue suspendida por el inicio de Guerra Civil en 1936 y retomó en 1944. Se suspendió entre 1983 y 1987. Sus contenidos abarcaron el Derecho notarial, reglas sobre documentos y protocolos, fundamentos e instituciones del Derecho civil, temas de Derecho mercantil, fiscal y Derecho civil especial de Cataluña.
Editada en Barcelona y representante de los Notarios de Cataluña y de la isla de Mallorca, sobresale por ser una publicación notable por su amplitud, perseverancia y consistencia. Desde sus inicios, fue el órgano oficial y único de los Notarios de Cataluña y vemos no solo un interés en la defensa gremial sino un ensayo por intentar construir una ciencia jurídica sobre el Derecho Notarial y todos sus adyacentes conceptuales. Tuvo como directores iniciales a Félix María Falguera, Joaquín Roca y Cornet, y Miguel Martí y Sagristá (quienes participaron con sus aportaciones). Sus temas de desarrollo fueron el sistema hipotecario y registral, la propiedad, el testamento, la historia, función y estatus del Notariado, inter alia. Hay cuestiones más específicas como la técnica notarial, el uso de las Fórmulas –cuyos antecedentes existirían desde el Derecho romano–, el conocimiento directo y personal de los contratantes, la redacción de instrumentos públicos, casi todos en textos breves, pero bien escritos y articulados. Los civilistas de hoy que quieran profundizar en las discusiones sobre la subespecialidad del Derecho Hipotecario o testamentos deberían acudir a su revisión, y lo mismo con lo Registral. Se discutió mucho sobre el proyecto de Ley para el arreglo del Notariado, artículo por artículo; y se publicaron comentarios posteriores una vez aprobada.
Otro aspecto que destaca son los materiales representativos para articular parte de la tradición disciplinar del Derecho Notarial a cargo de Félix María Falguera ( «La Notaría considerada como ciencia. Sus principios fundamentales» , «Enseñanza del Notariado», y «Proyecto de enseñanza para los que dediquen a la Notaría», en el primer número e en ese mismo número Miguel Martí y Sagristá, escribe «Cátedras de notariado» y Miguel Martí y Sagristá, «¿Debe el notario saber las reglas de interpretación y la significación legal de las palabras?».
Según esta propuesta, los estudios para ser Notariado abarcaban dos fases: parte de preliminares y parte de especiales. Como preliminares, había una gramática castellana y latina; lógica y matemáticas; paleografía «cuya Cátedra debería establecer como preliminar á la Notaría». Los estudios especiales consisten en la «enseñanza de la Notaría» lo cual estaría compuesto por primero unos «Prolegómenos del Derecho y compendio de su historia» y por un tipo de parte general llamada «Idea general de la Notaría, su objeto y división de la misma en tres partes: contratos, últimas voluntades y juicios», esto es lo que se compondría el «Derecho civil español» que los notarios debían conocer.
En 2008, a iniciativa del Colegio Notarial de Cataluña, se hizo una notable antología de sus contenidos en versión facsímil. Así, se trató de seleccionar y republicar contenidos de la revista La Notaría con motivo a su 150 aniversario, articulados en tres amplios volúmenes en secciones temáticas, a través de la revista se muestran los cambios conceptuales y profesionales del campo notarial durante su larga existencia.