Esta revista tiene como director-propietario al jurista Fermín Abella, fundador en aquellos años también de El consultor de los ayuntamientos. Se la ha clasificado como publicación profesional, por estar destinada a las labores y funciones pastorales de los obispos y del clero en general en España. Fundada estando vigente la Constitución de 1869 que no proclamaba expresamente la confesionalidad del estado y dejaba cierto margen para la instalación en España de otras confesiones religiosas, no es de extrañar que esta revista viniese a reforzar las doctrinas de la Iglesia católica frente a otras religiones, especialmente las protestantes, y a potenciar la acción común de los párrocos como administradores de la Iglesia, al mismo tiempo que no deja de ser crítica con el regalismo, como puede leerse en el primero de los artículos que publicaba. Esta postura se entiende teniendo en cuenta la figura de quien fue su director el sacerdote malagueño Miguel Sánchez López, colaborador de “La Concordia, revista moral, política y literaria”, que vivió en Roma y fue activo miembro del Ateneo madrileño.
La publicación contaba con tres secciones “Jurisprudencia y Derecho Canónico”, “Teología Dogmática” y “Teología Moral y Mística” , además de “sueltos” en los que se daba publicidad a noticias y documentos de muy diversa índole.