En 1847 apareció “El Derecho Moderno” dirigida por Francisco de Cárdenas y Espejo. Fue la continuación de la revista El Derecho. La tendencia doctrinal se intentó profundizar con este título. En el prospecto de la revista se mencionaron los «movimientos […] en los estudios históricos y científicos del derecho», cómo en otros países se hacían «en la ciencia jurídica progresos incontestables», y cómo los juristas españoles tenían que buscar en «periódicos extranjeros lo que se puede aprender en los de nuestra patria». Al apuntar la necesidad de una prensa especializada mencionó que su revista estaba para examinar, analizar e interpretar estos progresos en los «estudios históricos y especulativos del derecho». De esta forma se iniciaron algunos esfuerzos por empezar a desarrollar una prensa más doctrinal en contenido y estilo.
En realidad, el propósito de Cárdenas no fue plenamente cumplido en el desarrollo de la revista donde se apreciaron más bien una abrumadora mayoría de contenidos de corte forense, a modo de consultas, y textos destinados a la resolución de problemas prácticos. Hubo algunos textos donde se retomó ese propósito doctrinario inicial, pero resultaron minoritarios. De todas formas, interesa plantear este momento como el inicio de una tendencia y El Derecho Moderno destaca por su diversidad temática, la inclusión de múltiples áreas jurídicas, y la calidad de su escritura.