Se planteó, según su prospecto, como un «periódico científico» y se propuso ser el «eco de las academias de jurisprudencia y legislación» del país. En tal sentido quería llenar un vacío «entre la teoría y la práctica», o «entre la universidad y el foro». Consideraba que no era novedad la «aparición de un nuevo periódico» pero que «miramos con desdén [esta aparición] por las muchas ocasiones en que hemos visto defraudadas nuestras esperanzas con pomposas ofertas». Publicó contenidos doctrinales de relevancia en su corta vida, centrado en Academias y Ateneos, así como contenidos forenses