El Restaurador del Notariado
Descripción
Este título forma parte de los inicios de la importante participación de los Notarios en la expansión de la prensa jurídica durante el siglo XIX. Editada en Madrid tuvo un propósito claro en el subtítulo como Periódico dedicado á la mejora de la clase de sus intereses. Bajo la dirección de Francisco Muñoz se realizó una tenaz defensa de lo que entendía como los intereses gremiales. No ocultó un ánimo combativo: «El Notariado. ¡Cuántos años no hace que se halla herido de muerte![…]», una queja contra los gobernantes y hombres responsables que «con su desidia, su incuria, su abandono, su impericia han venido a labrar su sepulcro»; es más: tuvo aspiraciones poéticas sobre el renacimiento notarial «dormido, despertarás del letargo que te sumergieron […] pigmeo, te convertirás en otro coloso de Rodas», y llegó incluso a la amenaza e intimidación...
Título
El Restaurador del Notariado
Subtítulo
Periódico dedicado á la mejora de la clase y defensa de sus intereses
Fecha de inicio
1856
Fecha de cese
1862
Localidad de publicación
Madrid
País
España
Tipografía
Imprenta de Manuel Rojas
Periodicidad
Semanal
Director
Francisco Muñoz
Colaboradores
Francisco Muñoz, Juan Carrera, Francisco Salmerón y Alonso, Cormenin, entre otros.
Contenido
Este título forma parte de los inicios de la importante participación de los Notarios en la expansión de la prensa jurídica durante el siglo XIX. Editada en Madrid tuvo un propósito claro en el subtítulo como Periódico dedicado á la mejora de la clase de sus intereses. Bajo la dirección de Francisco Muñoz se realizó una tenaz defensa de lo que entendía como los intereses gremiales. No ocultó un ánimo combativo: «El Notariado. ¡Cuántos años no hace que se halla herido de muerte![…]», una queja contra los gobernantes y hombres responsables que «con su desidia, su incuria, su abandono, su impericia han venido a labrar su sepulcro»; es más: tuvo aspiraciones poéticas sobre el renacimiento notarial «dormido, despertarás del letargo que te sumergieron […] pigmeo, te convertirás en otro coloso de Rodas», y llegó incluso a la amenaza e intimidación a los enemigos del colectivo: «si desoyeran nuestras quejas […] mojaremos nuestra pluma en veneno». Estas festivas palabras del director de la revista dan cuenta de la seriedad de los propósitos asumidos.
En general lo que se puede extraer de El Restaurador del Notariado, antes que cuestiones doctrinales, es observar su función parar formar una opinión pública dedicada a promover intereses de una corporación profesional, y encontrar comunicación gremial y corporativa. Se trataron algunos temas sobre la compatibilidad entre las funciones contractuales y judiciales del Notario en cuanto a la fe pública, el registro de hipotecas, un intento de historia del notariado español como suplemento, o reflexiones sobre la elocuencia forense. Los textos tuvieron una relación directa con lo que director y colaboradores quisieron hacer mediante estos discursos y publicaciones. De hecho, así lo declaraba el director sobre lo que hacía: «En el número anterior nos ocupamos de los triunfos conseguidos por el Restaurador sobre el proyecto de arreglo del Notariado presentado á las cortes de 1857». Como vemos, se trataba de influenciar en las decisiones públicas, de crear corrientes de opinión favorables, de intervenir en el espacio público mediante la imprenta periódica para que una red de profesionales afirme un espacio como asociación de intereses comunes.
En general lo que se puede extraer de El Restaurador del Notariado, antes que cuestiones doctrinales, es observar su función parar formar una opinión pública dedicada a promover intereses de una corporación profesional, y encontrar comunicación gremial y corporativa. Se trataron algunos temas sobre la compatibilidad entre las funciones contractuales y judiciales del Notario en cuanto a la fe pública, el registro de hipotecas, un intento de historia del notariado español como suplemento, o reflexiones sobre la elocuencia forense. Los textos tuvieron una relación directa con lo que director y colaboradores quisieron hacer mediante estos discursos y publicaciones. De hecho, así lo declaraba el director sobre lo que hacía: «En el número anterior nos ocupamos de los triunfos conseguidos por el Restaurador sobre el proyecto de arreglo del Notariado presentado á las cortes de 1857». Como vemos, se trataba de influenciar en las decisiones públicas, de crear corrientes de opinión favorables, de intervenir en el espacio público mediante la imprenta periódica para que una red de profesionales afirme un espacio como asociación de intereses comunes.
Información adicional
El primer número salió con fecha12 de octubre de 1856 y el último, el n. 306, es de 29 de junio de 1862.
Materia
Profesional
Bibliografía
VV. AA., Centenario de la Ley del notariado, 1965. Joaquín Serrano Yuste et. al, Fuentes y bibliografía para la historia del derecho notarial, 2005.
Ejemplar consultado
Biblioteca Nacional de España
Continuada por
La Propiedad y la fe pública
Autoría
Fernando Liendo Tagle
Fecha
26/09/2025