En el n.28 de 20-12-1879 se lee: “Esta publicacion oficial, destinada á facultar el gobierno de la Diócesis y demás que convenga al interés del Clero…”. En ese fascículo no existía Sumario, pero el contenido se repartía en estos cinco apartados: Secretaría de Cámara, Resolución de casos de Conciencia y Liturgia, Crónica de santas misiones, Advertencias importantes, y Anuncios. Del índice de 1879 se pueden destacar los siguientes documentos:
Circular e Instrucción para la consagración de aras
Carta encíclica de S.S.
Circular sobre capellanías
Pastoral con motivo de la cuaresma
Real Orden prorrogando los plazos para inscripción en el Registro Civil
Circular de S.S. sobre Santos Óleos.
El n.2 de 10-2-1928, que dispone de Sumario, recoge cuatro secciones: Sección Oficial (subdividida por autores, el Obispo, la Vicaría General, Delegación de Cruzada. En el n.10 de 24-10-1941, hay siete secciones: Sección Oficial (una circular de la Vicaría General), Del Santo Padre (un discurso papal), De la Santa Sede (respuesta del Santo Oficio sobre cauciones al matrimonio mixto, un decreto de la Congregación de Religiosos y Seminarios y Estudios sobre admisión al Seminario e interpretaciones auténtica de la Comisión Pontificia competente), del Poder Civil (dos órdenes ministeriales), Variedades, Crónica Nacional Eclesiástica y Bibliografías.
Aunque no había división estricta en secciones, sí apareció desde el principio una Sección Oficial (vgr. Nombramiento para prebendas y beneficios por S.M. en reales decretos de 7-4-1853, en n.1 de 15-4-1853 pp.1-2), Sección doctrinal, Variedades, Anuncios. Hay noticias y necrológicas (aunque no abran una sección) y a veces aparece un real decreto o un edicto episcopal tras comenzar la sección de Variedades.
El 6-9-1856 se refundó la revista, con la publicación de un Prospecto que decía: “En la mayor parte de los obispados de España existe el periódico cuyo título encabeza, por cuyo medio se circulan á los reverendos Párrocos las disposiciones de sus Diocesanos, con mucha mas puntualidad que el conocido de las veredas, y sin el gasto de circulares: además el espacio de sus columnas permite la insercion de los documentos oficiales que interesen al clero, las piezas eclesiásticas vacantes, y otros anuncios de importancia. Declaramos que las páginas de este periódico no darán cabida á cuestiones políticas ni religiosas: pero sí insertarémos anuncios de literatura moral, trozos escogidos de sermones notables, biografías de eclesiásticos célebres, y todo cuanto creamos conducente para amenizarlo, y hacerlo instructivo dentro de la esfera que hemos manifestado, que no es otra que la de un periódico de anuncios y literatura eclesiástica”. Sería poco a poco como se iría decantando como medio oficial de promulgación de leyes diocesanas y de divulgación de disposiciones canónicas.