Siendo obispo José Luis Montagut Rubio, su secretario de cámara y gobierno, Francisco Gómez Ochando, redacta una circular el 2-1-1865 que encabeza el primer número del boletín (pp.1-3) y en la que explica la decisión episcopal de creación de dicha revista, que coloca en primer lugar como medio “para estrechar la correspondencia” con los fieles, pero que centra en las consecuencias del Concordato de 1851: “si los Párrocos deben conocer, estudiar y consultar á cada instante las leyes, reglas y principios disciplinares de la Iglesia, que, constituyendo jurisprudencia, aclaran, interpretan y comentan el último Concordato, necesario es que todo esto se vaya compilando y forme en el archivo de las Iglesias de la Diócesis una parte muy interesante entre los documentos que custodian”. Y exclama: “¡Cuántas utilidades puede reportar el Boletin si consigna lo que contribuya á facilitar á los Párrocos el elevado ejercicio de su cargo!”. Continúa exclamando “¡cuántas ventajas!” y “¡cuánto provecho!”, y finalmente, ejemplificando con la ley de 20-6-1862, añade: “¡Cuántas dudas y compromisos disipados si el Boletin pone á su vista comentarios prácticos tanto en la nueva ley de disenso paterno, como en otras que puedan publicarse relacionadas mas ó menos intimamente con las obligaciones de oficio Parroquial!”.