El boletín se abrió con una “Pastoral de S.E.I. sobre los motivos del establecimiento del Boletin eclesiástico y su objeto” de 2-1-1854 (en n.1 de 5-1-1854 pp.1-4) en que el obispo Fernando de la Puente y Primo de Rivera argumentaba que para alcanzar el objetivo de “establecer una recta administracion en los bienes espirituales de los pueblos” el primer medio era la inmediata división de la diócesis en arciprestazgos, pero era necesario acompañarlo de otro medio que le “pusiese en contacto con cada uno de los Párrocos y de las feligresías de nuestra Diócesis” para evitar “las grandes dilaciones y frecuentes estravios que se padecen en la trasmision circular por todos los Pueblos de cada Arciprestazgo” y “ese medio no puede ser otro” que el boletín. Lo concebía como una “correspondencia paternal” cuyo “primero y principal objeto será el custodiar aquel sagrado depósito de la fé”, “para reprobar y condenar todo escrito que tienda á debilitar ó destruir la pureza de la creencia Católica” y recomendar “aquellas lecturas que dén consistencia á vuestra fé”. Así pues, concebía el boletín ante todo como un instrumento magisterial (munus docendi).
Sin embargo, inmediatamente añadía el obispo una finalidad gubernativa (munus regendi), legislativa y ejecutiva: proponer a los párrocos y otros curas “algunas reglas para el mas facil y recto desempeño de sus obligaciones”, difundir “las Reales órdenes que recibamos de S.M. y que sean de un interes conocido para nuestros Diocesanos”, publicar “los estados de recaudacion y distribucion de los fondos que constituyen la dotacion del Culto y Clero de la Diócesis” y cuanto “conceptuemos de importancia en el ramo de la administracion Diocesana”.
Por último, se anunciaba la difusión de noticias religiosas “cuya lectura pueda contribuir á fomentar el fervor de piedad”. En cambio, el obispo advertía que el boletín se abstendría “de toda discusion política” y “de referir sucesos puramente mundanos”.
El índice del Tomo de 1855 recoge estas secciones:
Pastorales del Excmo. Sr. Obispo (vgr. estableciendo en la diócesis el Jubileo Cricular de las 40 horas para 1856, en n.25 de 20-12-1855 pp.415-417).
Exposiciones a S.M y a las Cortes (vgr. una de 14-4-1844 sobre prohibición de conferir órdenes sagradas y de proveer curatos en concurso, en n.10 de 3-5-1855 pp.172-178).
Documentos relativos a la declaración dogmática de la Inmaculada Concepción (vgr. exposición de los actos de S.S. referentes a esta declaración, en n.15 de 19-7-1855 pp.257-261).
Otros documentos eclesiásticos (vgr. observaciones de 31-7-1854 sobre la Bula de Cruzada, redactadas por Fr. Manuel Fernández por encargo del Obispo de Orense, en n.4 de 19-2-1855 pp.54-59).
Reales disposiciones (vgr. Real Decreto de 29-9-1855 sobre enseñanza en los seminarios, con instrucciones de 4-10-1855 del obispo para su cumplimiento, en n.20 de 4-10-1855 pp.344-347).
Circulares (vgr. la n.24 de 15-3-1855 sobre la distribución de los Santos Óleos, del vicesecretario Marcelino Cagigal en nombre del obispo, en n.7 de 15-3-1855 pp.125-126).
Edictos (vgr. n.52 de 16-10-1855 del canónigo secretario Dr. Marcial de Ávila para la distribución del boletín, en n.21 de 18-10-1855 pp.349-350, o la n.54 de 17-12-1855 del mismo canónigo fijando la distribución del boletín en lo sucesivo, en n.25 de 20-12-1855 pp.424-426).
Administración diocesana (vgr. aviso del Dr. Ávila de 6-12-1855 para el pago del tercer trimestre de este año, en n.24 de 6-12-1855 p.411).
Liturgia (vgr. rescripto de la Sagrada Congregación de Ritos de 18-12-1854 para el rito de la fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo, en n.9 de 19-4-1855 p.162).
Necrología.
Nombramientos (de canónigos, de arciprestes, de ecónomos, y para otros destinos).
Variedades (vgr. Estado demostrativo del personal de la diócesis a 31-12-1855, en apéndice pp.1-23 al final del Tomo de 1855).
Avisos de interés (vgr. del vicesecretario Cagigal el 28-2-1855 para visitar las capellanías y demás fundaciones pías, en n.5 de 1-3-1855 pp.79-80).