Revista dedicada esencialmente a la Administración pública, pero con una gran apertura por la ciencia política, las relaciones internacionales, la economía política y el Derecho público en general. Destaca por la calidad de sus artículos, que tendieron a ser monográficos y de alta densidad conceptual.
Sobre su giro internacional se avisó a los suscriptores lo siguiente: «se ha eliminado la palabra Española» del título y cambiarlo por «internacional, á más de prestarle mayor aliciente, facilitamos á nuestros cultos abonados los medios de seguir en el idioma nativo el desenvolvimiento de las administraciones extranjeras, elemento indispensable para conocer el valor de la propia y sus reformas». Además, existía un aspecto de interés como que «el carácter restrictivo que parecía darle la denominación de Española, era obstáculo incesante que oponían muchos y muy distinguidos publicistas extranjeros para tomar parte en los trabajos de la Revista». Se publicaba mensualmente «en cuadernos de 112 págs. cuando menos».
De esta manera, La Administración tuvo una corta pero fructífera vida. Las secciones de monografías fueron amplias y hubo secciones de revista de las revistas, bibliografía y crónica internacional. Hasta donde tengo noticia fue de las primeras revistas en venir encuadernadas como un todo. En resumen, La Administración fue una de las mejores tribunas para conocer el acontecer de las ciencias sociales, políticas y jurídicas a fines del siglo XIX.