Esta sala corresponde con uno de los cuatro escritorios que cumplen la función de salas auxiliares del hemiciclo. El llamado escritorio posee una cubierta de gran esplendor, una cúpula decorada con una claraboya ornamentada en la parte central que permite que la luz entre de forma muy directa. En torno a esta claraboya se dispone la decoración compuesta por diferentes representaciones figurativas organizadas en el espacio rectangular. Para profundizar de forma más directa, se debe tener en cuenta que se han dispuesto en cada uno de los lados que corresponden con el largo de la sala, tres figuras femeninas que recuerdan a las Bailarinas de la Villa de Cicerón de Pompeya. Aunque no poseen el mismo esquema compositivo o los mismos elementos iconográficos, se puede ver una influencia directa de éstas sobre las de la cúpula de esta sala. Por ejemplo, se les ha representado levitando y acompañadas de telas que disponen en torno a su cuerpo tal y como hacían las bailarinas pompeyanas. Por el contrario, en los dos lados que corresponden con el ancho del espacio de la sala se han dispuesto dos representaciones, una por cada lado, de figuras  femeninas sobre lo que parecen hipocampos que recuerdan a las representaciones que recogía L’Antichità di Ercolano Esposte en su libro I (Tablas XV, XVI, XVII y XVIII). Cada ángulo de este espacio decorado aparece completando el programa decorativo a través de la representación de elementos vegetales. Además, se acompaña el conjunto con la representación de otros elementos decorativos pompeyanos como candelabros o guirnaldas que enmarcan a cada una de las figuras femeninas.

Se produce un contraste cromático debido a la presencia del color cálido en el espacio y el uso del color oscuro en las representaciones.