La decoración que presenta esta bóveda es muy característica y destaca, sobre todo, por las cuatro alegorías que Joaquín Espalter y Rull representó en la zona central de la misma: el Estudio, la Meditación, la Escritura la entrega de las leyes, completando así un programa iconográfico mediante el cual el artista pretendía aludir a las cualidades que debía poseer el Presidente del Congreso.
Por otro lado, interesan el resto de elementos decorativos que contemplan la decoración de la bóveda: elementos florales, geométricos, guirnaldas o putti. El artista ha escogido como colores predominantes rojos, verdes, azules en tonalidades claras. El segundo cuerpo de la bóveda recoge numerosos espacios enmarcados por un friso con decoración geométrica en los cuales se intercalan estos elementos decorativos en los cuales se puede apreciar la impronta pompeyana.