Pintura decorativa, donde las paredes de las salas fueron decoradas con rojo pompeyano.
Con motivo de la celebración de la Exposición Iberoamericana de 1929, se realizó en unos salones de la recién construida Plaza de España, una exposición temporal titulada El Reino de Sevilla. En ella se expusieron diferentes piezas escultóricas procedentes del yacimiento de Itálica (Santiponce, Sevilla), por entonces denominada La Pompeya Española. Como ambientación, las paredes se decoraron con pintura roja bermellón, al estilo de las domus de Pompeya.
La buena acogida de dicha exposición motivó que se mantuviera abierta hasta 1936, cuando se clausuró definitivamente dicha muestra.