La Casa Cañedo o “Casa de los huesitos,” se ubicaba en la calle Liceo Número 36, a espaldas de la Catedral, en los terrenos que hoy ocupa la Plaza de Liberación en la Ciudad de Guadalajara, Jalisco en 1823. Se trata de una casona construida por el Arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras. El mote de “Casa de los huesitos,” le fue dado porque el piso del patio principal, fue realizado con osamentas de animales perteneciente a su hacienda. Por las referencias bibliográficas y fotografías se sabe que tenía una portada de orden corintio, el corredor estaba decorado con motivos pompeyanos en tonos de color rojo, amarillo y azul para resaltar la distribución del jardín así como el impluvium que imitaba al de la Casa del Fauno en Pompeya. El interior de la casa fue decorado con estatuas, jarrones y pinturas al estilo pompeyano hechas por alumnos de la Academia de San Carlos de México. Durante el siglo XX, la Casa Cañedo fue vendida por la familia a un particular, quien la demolió para construir locales comerciales, que poco duraron al ser expropiados por el gobierno, para efectuar la construcción de plaza mayor, hoy conocida como Plaza Liberación.