Josefina de Alvear pertenecía a una de las familias de la élite política de Buenos Aires. Contrajo matrimonio con el diplomático chileno Matías Errázuriz Alvear y entre 1906 y 1916, mientras la familia vivía en Paris debido a las misiones diplomáticas de Errázuriz, se proyecta y construye el palacio. El 18 de septiembre de 1918 el lugar fue inaugurado.

La Sala de Baño y Vestidor de Josefina de Alvear fue decorado según los cánones del estilo Directorio (1795-1799), una estética transicional entre los estilos Luis XVI e Imperio insirada en las excavaciones de Pompeya y Herculano.

Baño Pompeyano

De gran riqueza espacial y ornamental, el ámbito se encuentra dividido en dos sectores definidos: seco y humedo. El vestidor, con boiserie policromada, entelados y parquet de roble, contrasta con la Sala de Baños, con solado de mármol y muros estucados. Ambos ambientes se encuentran separados por un arco ornado con casetones en faux marbre y un barral de cortinados que aún se conservan. Una elegante cúpula con grutescos pompeyanos corona la Sala de Baño. Dicha composición, con greca perimetral, combina follajes de hiedras y laurel, imbricados en simetría con medallones de Pegaso y cartelas del rostro de Perseo con yelmo alado, que remiten al mito de Perseo y Andrómeda.
La Sala de Baños incluye bañera lateral, compartimentos para WC y bidet, y un lavabo doble con tapa de mármol verde. Puertas espejadas y biombos de espejos diversos, conformaban una superficie continua de espejos, ideal para pruebas de vestuario. Una pequeña escalera conduce al entrepiso equipado con placards y un pequeño balcón al vestidor.