El antiguo Ministerio de Marina, actual Cuartel General de la Armada (edificio flanqueado por el Paseo del Prado y las calles Montalbán, Ruiz de Alarcón y Juan de Mena en Madrid) alberga una serie de pinturas que fueron trasladadas en la segunda década del siglo XX desde el conocido como Palacio Grimaldi, Palacio de los Secretarios de Estado o Palacio de Godoy en la Plaza de la Marina española (Madrid). Las estancias que se trasladaron son las que se conocen como el Salón de Apolo o Sala de reuniones del Consejo Superior de la Armada, el Salón del Rapto de Ganimedes o Despacho de Ayudantes de Godoy y el Despacho de Godoy. Se sabe que, en época de Floridablanca, trabajaron en el Palacio pintando al fresco Gregorio Ferro y José del Castillo Aragoneses.
El conocido como Salón de Apolo, que ocupó en su sede original -cuando el Palacio de Godoy era el...
Cuartel General de la Armada
Nombre
Cuartel General de la Armada
Otro nombre
Ministerio de Marina
Provincia/región
Madrid
País
Siglo
Artista
Gregorio Ferro, José del Castillo Aragoneses
Tipo de pieza
Resumen
El antiguo Ministerio de Marina, actual Cuartel General de la Armada (edificio flanqueado por el Paseo del Prado y las calles Montalbán, Ruiz de Alarcón y Juan de Mena en Madrid) alberga una serie de pinturas que fueron trasladadas en la segunda década del siglo XX desde el conocido como Palacio Grimaldi, Palacio de los Secretarios de Estado o Palacio de Godoy en la Plaza de la Marina española (Madrid). Las estancias que se trasladaron son las que se conocen como el Salón de Apolo o Sala de reuniones del Consejo Superior de la Armada, el Salón del Rapto de Ganimedes o Despacho de Ayudantes de Godoy y el Despacho de Godoy. Se sabe que, en época de Floridablanca, trabajaron en el Palacio pintando al fresco Gregorio Ferro y José del Castillo Aragoneses.
El conocido como Salón de Apolo, que ocupó en su sede original -cuando el Palacio de Godoy era el Museo de Marina- el salón de prensa, es utilizado en su actual ubicación como Sala de reuniones del Consejo Superior de la Armada. Cuando se realizó el traslado, las decoraciones se adaptaron al nuevo espacio, pasando de un salón con planta cuadrada y forma de artesa a otro rectangular. Fidel Pérez R. Mínguez señalaba en su artículo en El Mundo Naval Ilustrado: “No obstante las restauraciones hechas en este por el distinguido artista Sr. Monleón, siempre se respetaron aquellas pinturas, atribuidas algunas a Goya, o por lo menos a distinguidos discípulos del gran pintor de chisperos y manolas”, y describía en 1898 esta sala (antes de que las pinturas se trasladaran) de la siguiente forma:
"Después del despacho del Ministro, el salón de la prensa es el más suntuoso de la casa […].
El techo es el más artístico, sin disputa, del palacio. Ocupa su centro una gallarda figura desnuda, el dios Apolo, descansando sobre un gavilán que extiende sus alas en flotantes nubes; el hijo de Júpiter y Latona sostiene en su mano izquierda una lira que apoya en el regazo, extendiendo al espacio el brazo derecho, como esperando inspiración. En los cavetos que, formando copadas, unen los muros con el techo se admiran otros tantos grupos de vestales danzando, que se destacan sobre fondo negro y de soberbia factura; las aéreas gasas que apenas velan las desnudas figuras son un derroche de finura y arte."
Rodeando al Apolo se encuentran cuatro cavetos que unen los muros al techo. Aquí se representaron cuatro grupos de danzantes cogidas de la mano enmarcadas por grecas. todas las pinturas de esta Sala podrían haber sido realizadas por José del Castillo. Las danzantes en realidad no son pompeyanas, sino que se inspiran en las danzantes Borghese.
En las actuales instalaciones del Cuartel General de la Armada se encuentra, entre el Salón de Actos o Salón de Honor y el Despacho de Godoy, una estancia conocida como Salón del Rapto de Ganimedes o Despacho de Ayudantes de Godoy. Todas las publicaciones atribuyen este nombre a la pintura que decoraba el techo de esta estancia en su ubicación original sin aludir a que no es la misma que se puede contemplar en la actualidad. Los autores y autoras que han dedicado alguna atención a esta sala se han fijado en una imagen del Salón del Rapto de Ganimedes tomada en el antiguo palacio y que se conservaba en el Archivo del IPCE. Esta imagen se ha perdido y solo se conserva otra donde únicamente puede verse la mitad del techo. Este era rectangular y estaba decorado con un óvalo central en el que podía verse a Ganimedes en el momento de ser raptado por Zeus transformado en águila y rodeado de nubes. En el centro del caveto situado encima de la cabeza de Ganimedes había dos bailarinas de estilo pompeyano, inspiradas en dos grabados de las Antichità, que unían sus manos; a la izquierda, otra doncella flotante portando una trompeta y a la derecha una dama flotando con lo que parece ser una bandeja en sus manos. Por lo que se aprecia en las fotografías, las pinturas del caveto a los pies de Ganimedes debían estar ya destruidas cuando se tomó la imagen. Una figura mitológica, probablemente la diosa Iris, domina la decoración de la cubierta. Con un tratamiento delicado aparece sobre un fondo neutro que parece aludir al mundo celestial. El fondo se delimita con una composición octogonal enmarcada por varias bandas a modo de friso, entre las cuales se han combinado motivos geométricos y vegetales. Este esquema aparece inscrito en un espacio cuadrangular que favorece la aparición de cuatro ángulos creando un efecto similar al de las pechinas arquitectónicas. En cada uno de ellos, se puede distinguir una máscara clásica propia del estilo pompeyano, elemento decorativo que parece jugar con la perspectiva gracias al efecto conseguido por el uso del trampantojo. Toda esta composición se enmarca en un cuadrado con marco de cenefas rodeado por una decoración de instrumentos musicales que alternan con doce círculos que, sobre un fondo oscuro, contienen putti flotantes. Estos angelotes parecen tomar como modelo unas representaciones semejantes de medallones con amorcillos que procedían de la Villa de Cicerón y que aparecen en el tomo III de las Antichità di Ercolano. Guardan, además, un gran parecido con los angelotes representados en las pinturas del techo del Despacho de Godoy, del que se hablará en el siguiente apartado, y con otros personajes de este tipo dibujados por José del Castillo en sus taccuini para servirle de modelos en el futuro. En el Despacho de Ayudantes de Godoy sí se mantienen algunas decoraciones del Salón que albergaba estas pinturas adaptadas a un espacio cuadrado y bastante más pequeño que el original. Según la fotografía conservada en el Archivo Moreno (fig. 4) en la Sala original estaba el arco de madera con dos victorias y la pintura de la sobrepuerta con una mujer recostada que en la actualidad se pueden ver en el Salón del Cuartel General de la Armada. Las dos pinturas están inspiradas en un grabado del volumen IV de las Antichità.
En cuanto al Despacho de Godoy, como sucedió con las estancias ya comentadas, hubo de adaptarse al nuevo espacio, pero conservó en gran medida su aspecto original. El techo decorado con los signos del zodíaco se conserva en buen estado. En el espacio central aparecen cinco angelotes sujetando un globo terráqueo rodeados por un círculo de rosetones enmarcado, a su vez, por otro de flores. Alrededor de los angelotes se disponen, en un círculo exterior, doce paños extendidos separados por guirnaldas de flores. En cada uno de ellos se ha representado una figura femenina portando cada uno de los signos del zodíaco. Las doncellas flotan en el aire y están vestidas a la antigua guardando una gran similitud con las figuras femeninas del techo del Salón del Rapto de Ganimedes. Es indudable que el pintor -muy probablemente, José del Castillo- se inspiró, sin copiarlos fielmente, en modelos de la Antigüedad romana, entre ellos, las bailarinas pompeyanas.
El conocido como Salón de Apolo, que ocupó en su sede original -cuando el Palacio de Godoy era el Museo de Marina- el salón de prensa, es utilizado en su actual ubicación como Sala de reuniones del Consejo Superior de la Armada. Cuando se realizó el traslado, las decoraciones se adaptaron al nuevo espacio, pasando de un salón con planta cuadrada y forma de artesa a otro rectangular. Fidel Pérez R. Mínguez señalaba en su artículo en El Mundo Naval Ilustrado: “No obstante las restauraciones hechas en este por el distinguido artista Sr. Monleón, siempre se respetaron aquellas pinturas, atribuidas algunas a Goya, o por lo menos a distinguidos discípulos del gran pintor de chisperos y manolas”, y describía en 1898 esta sala (antes de que las pinturas se trasladaran) de la siguiente forma:
"Después del despacho del Ministro, el salón de la prensa es el más suntuoso de la casa […].
El techo es el más artístico, sin disputa, del palacio. Ocupa su centro una gallarda figura desnuda, el dios Apolo, descansando sobre un gavilán que extiende sus alas en flotantes nubes; el hijo de Júpiter y Latona sostiene en su mano izquierda una lira que apoya en el regazo, extendiendo al espacio el brazo derecho, como esperando inspiración. En los cavetos que, formando copadas, unen los muros con el techo se admiran otros tantos grupos de vestales danzando, que se destacan sobre fondo negro y de soberbia factura; las aéreas gasas que apenas velan las desnudas figuras son un derroche de finura y arte."
Rodeando al Apolo se encuentran cuatro cavetos que unen los muros al techo. Aquí se representaron cuatro grupos de danzantes cogidas de la mano enmarcadas por grecas. todas las pinturas de esta Sala podrían haber sido realizadas por José del Castillo. Las danzantes en realidad no son pompeyanas, sino que se inspiran en las danzantes Borghese.
En las actuales instalaciones del Cuartel General de la Armada se encuentra, entre el Salón de Actos o Salón de Honor y el Despacho de Godoy, una estancia conocida como Salón del Rapto de Ganimedes o Despacho de Ayudantes de Godoy. Todas las publicaciones atribuyen este nombre a la pintura que decoraba el techo de esta estancia en su ubicación original sin aludir a que no es la misma que se puede contemplar en la actualidad. Los autores y autoras que han dedicado alguna atención a esta sala se han fijado en una imagen del Salón del Rapto de Ganimedes tomada en el antiguo palacio y que se conservaba en el Archivo del IPCE. Esta imagen se ha perdido y solo se conserva otra donde únicamente puede verse la mitad del techo. Este era rectangular y estaba decorado con un óvalo central en el que podía verse a Ganimedes en el momento de ser raptado por Zeus transformado en águila y rodeado de nubes. En el centro del caveto situado encima de la cabeza de Ganimedes había dos bailarinas de estilo pompeyano, inspiradas en dos grabados de las Antichità, que unían sus manos; a la izquierda, otra doncella flotante portando una trompeta y a la derecha una dama flotando con lo que parece ser una bandeja en sus manos. Por lo que se aprecia en las fotografías, las pinturas del caveto a los pies de Ganimedes debían estar ya destruidas cuando se tomó la imagen. Una figura mitológica, probablemente la diosa Iris, domina la decoración de la cubierta. Con un tratamiento delicado aparece sobre un fondo neutro que parece aludir al mundo celestial. El fondo se delimita con una composición octogonal enmarcada por varias bandas a modo de friso, entre las cuales se han combinado motivos geométricos y vegetales. Este esquema aparece inscrito en un espacio cuadrangular que favorece la aparición de cuatro ángulos creando un efecto similar al de las pechinas arquitectónicas. En cada uno de ellos, se puede distinguir una máscara clásica propia del estilo pompeyano, elemento decorativo que parece jugar con la perspectiva gracias al efecto conseguido por el uso del trampantojo. Toda esta composición se enmarca en un cuadrado con marco de cenefas rodeado por una decoración de instrumentos musicales que alternan con doce círculos que, sobre un fondo oscuro, contienen putti flotantes. Estos angelotes parecen tomar como modelo unas representaciones semejantes de medallones con amorcillos que procedían de la Villa de Cicerón y que aparecen en el tomo III de las Antichità di Ercolano. Guardan, además, un gran parecido con los angelotes representados en las pinturas del techo del Despacho de Godoy, del que se hablará en el siguiente apartado, y con otros personajes de este tipo dibujados por José del Castillo en sus taccuini para servirle de modelos en el futuro. En el Despacho de Ayudantes de Godoy sí se mantienen algunas decoraciones del Salón que albergaba estas pinturas adaptadas a un espacio cuadrado y bastante más pequeño que el original. Según la fotografía conservada en el Archivo Moreno (fig. 4) en la Sala original estaba el arco de madera con dos victorias y la pintura de la sobrepuerta con una mujer recostada que en la actualidad se pueden ver en el Salón del Cuartel General de la Armada. Las dos pinturas están inspiradas en un grabado del volumen IV de las Antichità.
En cuanto al Despacho de Godoy, como sucedió con las estancias ya comentadas, hubo de adaptarse al nuevo espacio, pero conservó en gran medida su aspecto original. El techo decorado con los signos del zodíaco se conserva en buen estado. En el espacio central aparecen cinco angelotes sujetando un globo terráqueo rodeados por un círculo de rosetones enmarcado, a su vez, por otro de flores. Alrededor de los angelotes se disponen, en un círculo exterior, doce paños extendidos separados por guirnaldas de flores. En cada uno de ellos se ha representado una figura femenina portando cada uno de los signos del zodíaco. Las doncellas flotan en el aire y están vestidas a la antigua guardando una gran similitud con las figuras femeninas del techo del Salón del Rapto de Ganimedes. Es indudable que el pintor -muy probablemente, José del Castillo- se inspiró, sin copiarlos fielmente, en modelos de la Antigüedad romana, entre ellos, las bailarinas pompeyanas.
Referencias bibliográficas
Romero Recio, M. “Arqueología romana y decoraciones palaciegas: las pinturas del antiguo Ministerio de Marina (Madrid)”, Librosdelacorte.Es, 24, 2022, 102–135. https://doi.org/10.15366/ldc2022.14.24.005.