El arquitecto Arturo Mélida llevó a cabo la decoración del Salón de Actos del Ateneo de Madrid. En estas pinturas, realizadas en 1883, insertó los faunos, que volvió a incorporar en el Palacio Bauer, aunque también añadió elementos egipciadores a una decoración neohelénica y modernista, en la que también se descubrieron ejemplos de japonismo arquitectónico.