Cuando Isidro González Velázquez vivía en Mallorca, entre 1811 y 1814, fue encargado por la familia Despuig, condes de Montenegro, de decorar una estancia pompeyana para su casa de Palma, inspirándose en el segundo y cuarto estilo pompeyano. La sala, hoy conocida como “Cámara Pompeiana” o “Cappella Pompeiana”, ubicada en el n. 8 de la calle Montenegro de Palma de Mallorca, fue declarada bien de interés cultural con categoría de monumento en el año 2000. Tras haber albergado durante años el Centro de la Guitarra, el edificio fue objeto de una rehabilitación muy controvertida y, aunque todavía no se ha abordado la restauración de las pinturas, al menos se ha resuelto el problema de la humedad, que ponía en peligro la conservación de los frescos. No cabe duda de que el proyecto es fruto de la actividad del arquitecto madrileño, ya que se conserva el diseño del mismo, firmado "Isidro Velázquez", en el ángulo inferior derecho. La ejecución final se desvió muy poco del diseño original, aunque se ha argumentado que es posible que sea obra del pintor italiano Andrea Parietti Giuliani.

González Velázquez diseñó un basamento con rombos, círculos y cuadrados, sobre el que se levantaba una galería con esbeltas columnas, rodeada de guirnaldas, que enmarcaba unos trípodes, en la que cupidos se levantaron.

En la parte superior se desplegaron unas cortinas y en la inferior se pintó un paisaje costero con montañas y gente realizando diferentes actividades. Lo que se ve representado en las paredes de la Cámara es prácticamente lo mismo y es posible que estas paredes estuvieran diseñadas recordando los dibujos realizados en Nápoles por Isidro González Velázquez. Además, una de las paredes estaba decorada con un frontispicio de madera de estilo neoclásico y con elementos figurativos que recuerdan los recogidos en los volúmenes de las Antichità. El techo se cubrió con una decoración vegetal y geométrica con cupidos flanqueando jarrones y cuatro esclavos negros simulando sostener una cortina partiendo de las esquinas.