Con motivo de la Exposición Nacional de Higiene celebrada en Nápoles en 1900 en la Villa Nazionale (hoy Comunale), se construyó un "Pabellón pompeyano", diseñado por Salvatore Cozzi, ingeniero jefe de las excavaciones en Pompeya, dotado de un pórtico de entrada corintio estructurado sobre la maqueta del Templo de Apolo de Pompeya, en alusión a las cualidades
terapéuticas asociadas con la adoración del dios. En el interior, alrededor de un cuerpo de agua central, se albergaba una selección de objetos del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles que se consideraban relacionados con el tema general del evento: tubos y baldosas de terracota, tanques para bebidas calientes y ánforas, instrumentos quirúrgicos, menaje de bronce. utensilios y más. El camino didáctico se aclaró gracias a la presencia de numerosas maquetas de edificios -como las Termas del Foro y una "curtiduría de cuero"- que tenían la tarea de hacer inteligible la relación entre los objetos y los edificios en los que se encontraban, y un plano altimétrico relativo a los principales colectores pluviales y alcantarillado de Pompeya. Además de la elegancia del pabellón, la exposición instalada en él ofrecía la demostración del alto nivel tecnológico alcanzado por los antiguos pompeyanos en relación a las distintas declinaciones de la higiene, como curiosidad histórica ofrecida a los visitantes de la exposición.