Maximiano Errázuriz Valdivieso (1832-1890) fue un destacado empresario y político chileno. Devastado por la prematura muerte en 1871 de su esposa, Carmen Valdés, hacia 1883 decidió vender su mansión en Santiago (Palacio Errázuriz Urmeneta) y mudarse al campo. Antes de mudarse, Errázuriz donó algunas de sus obras de arte al arzobispado de Santiago y guardó las piezas restantes para la nueva casa que había construido entre los viñedos de Panquehue.
Luego de adquirir los terrenos de Panquehue en 1870, Errázuriz no solo se dedicó a crear una viña, sino que planeó la construcción de una aldea para albergar a los trabajadores. Villa Errázuriz, como se la conocía, era una villa modelo que incluía una escuela, una capilla, un edificio administrativo y alojamiento. Junto a estas instalaciones se construyó una lujosa residencia para recibir a los invitados de la familia Errázuriz y albergar su famosa colección de arte. Así, el proyecto arquitectónico de Villa Errázuriz mantuvo el trazado de las tradicionales haciendas y casas patronales, aunque la residencia de los propietarios fue construida en un estilo muy diferente.
Posiblemente inspirada en los estilos artísticos que tanto admiraba Errázuriz, y en el modelo europeo y republicano que representaban, la mansión se apartó bruscamente del antiguo modelo arquitectónico de la colonia. Su estructura, decoración exterior e interior evocaban el arte y la arquitectura clásicos greco-latinos, haciéndose eco de las casas aristocráticas de Pompeya. Algunas fotografías del arquitecto Roger Tolson muestran la casa Panquehue, y estas imágenes logran transmitir la profunda admiración y gusto de Errázuriz por el estilo clásico romano pompeyano. Desafortunadamente, la casa fue destruida por un terremoto en 1906. Sin embargo, las fotografías de su exterior, jardines y habitaciones interiores, tomadas alrededor de 1894, junto con las descripciones de los visitantes en el mismo período, pintan un cuadro detallado de la influencia pompeyana de la mansión.
Villa Errázuriz estaba rodeada por un peristilo de sencillas columnas blancas. Los muros interiores del peristilo, que daban al corredor o galería, estaban pintados de colores y decorados con frisos en los niveles medio y superior, todo enmarcado por dinteles con relieves. Los frisos representaban animales y figuras mitológicas: toros tirando de un carro, grifos, quimeras y estrellas. Junto a la casa, un espacio identificado como cenador de baño evoca la disposición del horti. Una fuente decorada con mosaicos se ubicaba en el centro de un jardín dividido en tres espacios por columnas y muros de media altura y salpicado de plantas, flores, esculturas y bustos.