Greco-Pompeian music room, Henry G. Marquand mansion
Descripción
Fue en Nueva York en particular donde el "estilo pompeyano" floreció de una manera verdaderamente extraordinaria. El caso de Henry G. Marquand es emblemático. Después de vender sus acciones en Saint Louis Iron Mountain Southern Railroad por un millón de dólares en 1880, donó su dinero a la filantropía apoyando al Museo Metropolitano de Arte como fideicomisario y como segundo presidente. Amante de la música y en especial de las obras de arte antiguas y de los artistas británicos vivos, para albergar sus tesoros necesitaba una residencia monumental. Así que en 1881 encargó a su amigo Richard Morris Hunt que diseñara para él una residencia palaciega en Nueva York que se suponía que representaría el gusto y la cultura de Marquand y serviría como escenario para su "transformación pública de capitalista a filántropo". El palacio fue decorado...
Nombre
Greco-Pompeian music room, Henry G. Marquand mansion
Lugar
New York City
Provincia/región
New York
País
Siglo
Años
1888-1890
Artista
Richard Morris Hunt, Lawrence Alma Tadema
Resumen
Fue en Nueva York en particular donde el "estilo pompeyano" floreció de una manera verdaderamente extraordinaria. El caso de Henry G. Marquand es emblemático. Después de vender sus acciones en Saint Louis Iron Mountain Southern Railroad por un millón de dólares en 1880, donó su dinero a la filantropía apoyando al Museo Metropolitano de Arte como fideicomisario y como segundo presidente. Amante de la música y en especial de las obras de arte antiguas y de los artistas británicos vivos, para albergar sus tesoros necesitaba una residencia monumental. Así que en 1881 encargó a su amigo Richard Morris Hunt que diseñara para él una residencia palaciega en Nueva York que se suponía que representaría el gusto y la cultura de Marquand y serviría como escenario para su "transformación pública de capitalista a filántropo". El palacio fue decorado por arquitectos franceses, ingleses y estadounidenses que crearon salas "exóticas" de todo tipo: un vestíbulo renacentista, una elegante sala de estar japonesa, un comedor renacentista inglés y una sala de música greco-pompeyana.
Este último fue diseñado para brindar una experiencia sensorial con muebles hechos a medida, así como pinturas de Alma Tadema. La amistad entre Marquand y Alma Tadema había comenzado a finales del siglo XIX (1881-82) con la compra de un cuadro del artista holandés. En 1884, Marchand encargó a Alma Tadema el diseño de la sala de música. Así se creó una de las salas de música más bellas de los Estados Unidos, ahora ya no conservada pero bien documentada por fotografías, con revestimientos de paredes de seda gris plata y pinturas de musas, ménades y faunos. En realidad, como subraya E. Macaulay-Lewis, el entorno no remitía sólo al modelo pompeyano sino también al griego, creando “un distintivo espacio híbrido -y neoantiguo-”. Los motivos pompeyanos se repetían en el mobiliario que incluía no sólo esculturas sino también sofás, sillas, butacas, mesas y un pequeño larario de mármol, nácar y marfil que reproducía lo que Alma Tadema había visto en la Casa de Epidio Sabino (IX 1, 20 ) en Pompeya durante uno de sus viajes.
Este último fue diseñado para brindar una experiencia sensorial con muebles hechos a medida, así como pinturas de Alma Tadema. La amistad entre Marquand y Alma Tadema había comenzado a finales del siglo XIX (1881-82) con la compra de un cuadro del artista holandés. En 1884, Marchand encargó a Alma Tadema el diseño de la sala de música. Así se creó una de las salas de música más bellas de los Estados Unidos, ahora ya no conservada pero bien documentada por fotografías, con revestimientos de paredes de seda gris plata y pinturas de musas, ménades y faunos. En realidad, como subraya E. Macaulay-Lewis, el entorno no remitía sólo al modelo pompeyano sino también al griego, creando “un distintivo espacio híbrido -y neoantiguo-”. Los motivos pompeyanos se repetían en el mobiliario que incluía no sólo esculturas sino también sofás, sillas, butacas, mesas y un pequeño larario de mármol, nácar y marfil que reproducía lo que Alma Tadema había visto en la Casa de Epidio Sabino (IX 1, 20 ) en Pompeya durante uno de sus viajes.
Detalles de conservación y restauración
La mansión finalmente fue demolida y reemplazada por edificios comerciales.
Referencias bibliográficas
Ciardiello, R. (2023) "Pompei ed Ercolano: l'influenza delle scoperte vesuviane dall'Europa agli USA". Romero Recio, M., Salas Álvarez, J., Buitrago L., Pompeya y Herculano entre dos mundos. La recepción de un mito en España y América. Roma.