El municipio madrileño de Alcalá de Henares, antigua Complutum y cuna de Cervantes, ha recibido diferentes epítetos (Nueva Atenas, Segunda Roma o Nueva Atenas española) que la vinculan, por su larga tradición histórica, artística, literaria y académica, con los momentos de máximo esplendor de ciudades como Roma y Atenas. Estos calificativos provienen, principalmente, de la primera mitad del siglo XVI, considerada la edad de oro alcalaína gracias, sobre todo, a las ideas reformistas y modernizadoras del Cardenal Jiménez de Cisneros, fundador de la Universidad de Alcalá. Juan Catalina García nos narra, que «fundando cátedras, ennobleciendo los estudios, llamando profesores sabios, estableciendo la traza y arquitectura de escuelas y colegios, sembrando por toda España la fama de los nuevos estudios, dictando estatutos provechosos y discretísimos, moviendo legítimas aspiraciones, fomentadas por la competencia de las Ordenes religiosas y dando ejemplo bien seguido a sus sucesores, Cisneros renovó y ensanchó la vida religiosa, civil e intelectual de Alcalá y la convirtió en la nueva Atenas española, en emporio de las artes y oficios y en lugar rico y populosos»