TOMÁS Y VALIENTE, Francisco (1932-1996)
Ficha
Catedrático
TOMÁS Y VALIENTE, Francisco (1932-1996)
Presentación
Catedrático de Historia del Derecho, magistrado y presidente del Tribunal Constitucional, consejero de Estado, académico de la Real Academia de la Historia. Asesinado por la organización terrorista ETA en su despacho de la facultad.
Datos biográficos
Nació en Valencia, hijo de José Tomás y Otilia Valiente, el 8 de diciembre de 1932 y murió en Madrid, asesinado en su despacho de la Universidad Autónoma por un miembro de ETA, el 14 de febrero de 1996. Contrajo matrimonio con Carmen Lanuza fruto del que nacieron dos hijas y dos hijos, entre ellos la penalista Carmen Tomás-Valiente Lanuza y el periodista Quico Tomás-Valiente.
Durante los años sesenta y setenta llevó a cabo una activa labor de oposición a la dictadura, en especial a través de conferencias, artículos y cartas o firmando manifiestos como, p.ej., la “solicitud de autorización para manifestación pacífica en pro de la amnistía y libertades políticas”, en la que aparece como quinto signatario de una relación de profesores universitarios.
Estuvo fichado por las fuerzas de seguridad del régimen que ejercieron una continua vigilancia sobre él. Un testimonio elocuente es el informe 328, elaborado por la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza el 2 de marzo de 1974 con motivo de la conferencia “El derecho a través de la Historia” que pronunció en el colegio mayor universitario San José de Pignatelli de esa ciudad, la cual, según los redactores, se incardinaba en un ciclo contra el proceso de Burgos. En el informe, cuyos destinatarios eran la 2ª sección E.M. (SIGC) de Madrid y la 2ª sección bis E.M de la 5ª región militar, la SIGC de la 5ª zona, la SIGC del 51º Tercio y el Excelentísimo Señor Gobernador Civil provincial, se exponía literalmente que “En conversaciones privadas se manifestaba contrario a dicho proceso. Propuso organizar un homenaje a Jiménez de Asúa (…). políticamente se le considera de tendencia democratacristiana y no se descarta la inclinación hacia el socialismo de Tierno Galván. No pierde ocasión de atacar al régimen, en particular la política universitaria. Figura entre los 22 catedráticos de Salamanca que en el presente curso firmaron una carta censurando disposiciones de carácter universitario”. Y ya, con relación a la conferencia, se expone literalmente y se subraya en rojo (al igual que el párrafo anterior), que “se nota influencia de carácter marxista en su exposición (cuando habla del derecho como superestructura y a lo largo de toda su exposición)”.
Tal y como él mismo señalaba en carta dirigida al entonces director de Diario 16 en agosto de 1994, su inequívoca posición frente al régimen tuvo como consecuencias inmediatas “la retirada del carné y un expediente disciplinario” incoado contra él y los otros catedráticos firmantes de una carta abierta en el diario El Adelanto de 27 de octubre de 1973. En ella denunciaban la promulgación por el Gobierno de disposiciones “en perjuicio de la autonomía universitaria”.
Durante los años sesenta y setenta llevó a cabo una activa labor de oposición a la dictadura, en especial a través de conferencias, artículos y cartas o firmando manifiestos como, p.ej., la “solicitud de autorización para manifestación pacífica en pro de la amnistía y libertades políticas”, en la que aparece como quinto signatario de una relación de profesores universitarios.
Estuvo fichado por las fuerzas de seguridad del régimen que ejercieron una continua vigilancia sobre él. Un testimonio elocuente es el informe 328, elaborado por la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza el 2 de marzo de 1974 con motivo de la conferencia “El derecho a través de la Historia” que pronunció en el colegio mayor universitario San José de Pignatelli de esa ciudad, la cual, según los redactores, se incardinaba en un ciclo contra el proceso de Burgos. En el informe, cuyos destinatarios eran la 2ª sección E.M. (SIGC) de Madrid y la 2ª sección bis E.M de la 5ª región militar, la SIGC de la 5ª zona, la SIGC del 51º Tercio y el Excelentísimo Señor Gobernador Civil provincial, se exponía literalmente que “En conversaciones privadas se manifestaba contrario a dicho proceso. Propuso organizar un homenaje a Jiménez de Asúa (…). políticamente se le considera de tendencia democratacristiana y no se descarta la inclinación hacia el socialismo de Tierno Galván. No pierde ocasión de atacar al régimen, en particular la política universitaria. Figura entre los 22 catedráticos de Salamanca que en el presente curso firmaron una carta censurando disposiciones de carácter universitario”. Y ya, con relación a la conferencia, se expone literalmente y se subraya en rojo (al igual que el párrafo anterior), que “se nota influencia de carácter marxista en su exposición (cuando habla del derecho como superestructura y a lo largo de toda su exposición)”.
Tal y como él mismo señalaba en carta dirigida al entonces director de Diario 16 en agosto de 1994, su inequívoca posición frente al régimen tuvo como consecuencias inmediatas “la retirada del carné y un expediente disciplinario” incoado contra él y los otros catedráticos firmantes de una carta abierta en el diario El Adelanto de 27 de octubre de 1973. En ella denunciaban la promulgación por el Gobierno de disposiciones “en perjuicio de la autonomía universitaria”.
Formación
Realizó los estudios preuniversitarios en su ciudad, en el Instituto Luís Vives. En el examen de Estado celebrado el 6 de junio de 1950 obtuvo la calificación de notable. En ese año inició la carrera de Derecho en la Universidad de Valencia que concluyó en el curso 1954-55 con la calificación de sobresaliente, si bien el título de licenciado no le fue expedido hasta el 14 de marzo de 1958 previa petición del interesado -que lo necesitaba como documentación obligatoria en la oposición a una plaza de profesor adjunto- y abono de tasas por valor de 750 pesetas.
En el curso 1955-56, mientras se encontraba realizando la tesis de doctorado con su maestro, el catedrático de Derecho Procesal Víctor Fairén Guillén, se matriculó en, y aprobó en la convocatoria ordinaria, los siguientes cursos de doctorado: Derecho Público Romano, Historia y técnica de la unificación del derecho marítimo, Organización de las Naciones Unidas, Problemas procesales del consulado de Valencia, Introducción a la historia de las ideas políticas y Anarquismo y socialismo en la España contemporánea.
Defendió su tesis, Estudio histórico jurídico del proceso monitorio según el derecho territorial castellano hasta la ley de enjuiciamiento civil de 5 de octubre de 1955 ante un tribunal integrado por el director y Santacruz Tejeiro, Miaja de la Muela y Font Rius. Obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude, fue premio extraordinario de doctorado para el bienio 57-58 concedido el 23 de abril de 1959. La Junta de Facultad autorizó el 5 de julio de 1958 la publicación de un extracto de la misma y un resumen apareció posteriormente como un extenso artículo en la Revista de Derecho Procesal (1960, nº 1, pp. 33-132).
En el curso 1955-56, mientras se encontraba realizando la tesis de doctorado con su maestro, el catedrático de Derecho Procesal Víctor Fairén Guillén, se matriculó en, y aprobó en la convocatoria ordinaria, los siguientes cursos de doctorado: Derecho Público Romano, Historia y técnica de la unificación del derecho marítimo, Organización de las Naciones Unidas, Problemas procesales del consulado de Valencia, Introducción a la historia de las ideas políticas y Anarquismo y socialismo en la España contemporánea.
Defendió su tesis, Estudio histórico jurídico del proceso monitorio según el derecho territorial castellano hasta la ley de enjuiciamiento civil de 5 de octubre de 1955 ante un tribunal integrado por el director y Santacruz Tejeiro, Miaja de la Muela y Font Rius. Obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude, fue premio extraordinario de doctorado para el bienio 57-58 concedido el 23 de abril de 1959. La Junta de Facultad autorizó el 5 de julio de 1958 la publicación de un extracto de la misma y un resumen apareció posteriormente como un extenso artículo en la Revista de Derecho Procesal (1960, nº 1, pp. 33-132).
Carrera académica
Fue profesor ayudante de la Facultad de Derecho de Valencia durante el curso 1956-57 y parte del siguiente. En 1958 obtuvo por oposición la plaza de profesor adjunto de la cátedra de Historia del Derecho de Valencia de la que tomó posesión el 23 de octubre de ese año y en la que permaneció hasta el 20 de junio de 1962. En esa fecha tomó posesión de igual plaza, adjunto de historia del Derecho, que había ganado por oposición, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid en la que permaneció durante casi dos años.
En 1964 accedió por oposición a la cátedra de Historia del Derecho de la Universidad de La Laguna. El nombramiento y toma de posesión tuvo lugar en marzo del mismo año. (Orden de 2 de marzo de 1964. «BOE» núm. 70, de 21 de marzo de 1964, páginas 3735 a 3735). El 25 de mayo una OM del Ministro de Educación Nacional Lora Tamayo ratificaba su ascenso a la séptima categoría.
En virtud de concurso de traslado obtuvo la cátedra de Historia del Derecho de Salamanca el 9 de octubre siguiente en la que permaneció hasta el 1 de diciembre de 1980 (Orden de 22 de septiembre de 1964. «BOE» núm. 253, de 21 de octubre de 1964, páginas 13722 a 13722).
Poco después de haber sido nombrado magistrado del Tribunal Constitucional, Cruz Roche, secretario general de la Universidad Autónoma de Madrid, certificaba el traslado a esta Universidad en virtud de la OM del Ministerio de Universidades e Investigación de 13 noviembre de 1980 que disponía el mismo con efectos 1 de Diciembre, fecha en la que tomó posesión.
A lo largo de su carrera académica, Tomás y Valiente consideró siempre que la docencia era la principal función de la Universidad, en especial la pública, lo que, en el plano personal, se plasmó en dos manifestaciones evidentes. Por un lado, permaneció estrechamente vinculado a la Facultad incluso cuando disfrutaba de una situación de excedencia especial por los altos cargos que desempeñaba, en los que siguió impartiendo cursos de doctorado hasta que su dedicación hizo imposible la regularidad de los mismos, como ocurrió en la UAM durante los cursos 1983-84, 84-85 y 85-86. Esta actividad se extendía asimismo a cursos cortos en otras Universidades, como el celebrado por el Instituto de Criminología y el departamento de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela los días 11 a 25 de abril de 1986, o la participación en y la dirección de cursos de verano en la UIMP sobre desamortización o el delito y el pecado en la España del Barroco. Por otra parte, en la medida que los planes de estudios se lo permitían, llevó a cabo innovaciones tendentes a adaptar la enseñanza a las necesidades y demandas sociales, sobre todo tras su reincorporación a la Universidad al dejar el TC en 1992. Entonces introdujo como asignaturas optativas o de libre configuración la Historia del Constitucionalismo, del Derecho privado y del penal y procesal.
Su dedicación como magistrado constitucional no le impidió dirigir tesis y son discípulos suyos Benjamín González Alonso, Alicia Fiestas Loza, Salustiano de Dios, Mª Paz Alonso, Javier Infante, Clara Álvarez y Marta Lorente.
En 1964 accedió por oposición a la cátedra de Historia del Derecho de la Universidad de La Laguna. El nombramiento y toma de posesión tuvo lugar en marzo del mismo año. (Orden de 2 de marzo de 1964. «BOE» núm. 70, de 21 de marzo de 1964, páginas 3735 a 3735). El 25 de mayo una OM del Ministro de Educación Nacional Lora Tamayo ratificaba su ascenso a la séptima categoría.
En virtud de concurso de traslado obtuvo la cátedra de Historia del Derecho de Salamanca el 9 de octubre siguiente en la que permaneció hasta el 1 de diciembre de 1980 (Orden de 22 de septiembre de 1964. «BOE» núm. 253, de 21 de octubre de 1964, páginas 13722 a 13722).
Poco después de haber sido nombrado magistrado del Tribunal Constitucional, Cruz Roche, secretario general de la Universidad Autónoma de Madrid, certificaba el traslado a esta Universidad en virtud de la OM del Ministerio de Universidades e Investigación de 13 noviembre de 1980 que disponía el mismo con efectos 1 de Diciembre, fecha en la que tomó posesión.
A lo largo de su carrera académica, Tomás y Valiente consideró siempre que la docencia era la principal función de la Universidad, en especial la pública, lo que, en el plano personal, se plasmó en dos manifestaciones evidentes. Por un lado, permaneció estrechamente vinculado a la Facultad incluso cuando disfrutaba de una situación de excedencia especial por los altos cargos que desempeñaba, en los que siguió impartiendo cursos de doctorado hasta que su dedicación hizo imposible la regularidad de los mismos, como ocurrió en la UAM durante los cursos 1983-84, 84-85 y 85-86. Esta actividad se extendía asimismo a cursos cortos en otras Universidades, como el celebrado por el Instituto de Criminología y el departamento de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela los días 11 a 25 de abril de 1986, o la participación en y la dirección de cursos de verano en la UIMP sobre desamortización o el delito y el pecado en la España del Barroco. Por otra parte, en la medida que los planes de estudios se lo permitían, llevó a cabo innovaciones tendentes a adaptar la enseñanza a las necesidades y demandas sociales, sobre todo tras su reincorporación a la Universidad al dejar el TC en 1992. Entonces introdujo como asignaturas optativas o de libre configuración la Historia del Constitucionalismo, del Derecho privado y del penal y procesal.
Su dedicación como magistrado constitucional no le impidió dirigir tesis y son discípulos suyos Benjamín González Alonso, Alicia Fiestas Loza, Salustiano de Dios, Mª Paz Alonso, Javier Infante, Clara Álvarez y Marta Lorente.
Otras actividades y méritos
Pronunció conferencias sobre temas de especialidad en diversas universidades españolas y extranjeras (UNAM, Buenos Aires, Chile, Berlin, Oporto, Puerto Rico, entre otras) o, siendo presidente del TC, sobre la Constitución de 1978 en diversos países y muchas ciudades españolas. Escribió artículos en periódicos (El País), en revistas de divulgación histórica (Historia 16) y órganos de expresión de colegios profesionales, en especial de los jueces.
Desde el 20 de enero de 1972 fue miembro del Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano. Fue también miembro del Consejo de Redacción del Anuario de Historia del Derecho Español desde el 23 de octubre de 1984 y del Consejo de Dirección de la revista -creado a propuesta suya en sustitución de la dirección unipersonal- desde el 17 de diciembre del año siguiente hasta su fallecimiento. Desde 1981 dirigió la colección del Centro de Estudios Constitucionales (hoy Políticos y Constitucionales) “Clásicos del constitucionalismo español”.
El 14 de abril de 1989 fue elegido académico de número de la Real Academia de la Historia, en la que tomó posesión y pronunció su discurso de ingreso el 28 del mismo mes de 1991.
Desempeñó cargos académicos y extraacadémicos a lo largo de su vida profesional. Entre los primeros el de Vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca, por elección, en el trienio 1966-69 y desde 1969 a 1972, año en que dimitió (Orden 27 septiembre 1972. «BOE» núm. 245, de 12 de octubre de 1972).
Entre los segundos, fue designado en 1980 uno de los primeros magistrados del Tribunal Constitucional (Real Decreto 310/1980, de 14 de febrero, «BOE» núm. 46, de 22 de febrero de 1980) renovado en 1983 (Real Decreto 2711/1983, de 24 de octubre, BOE» núm. 255, de 25 de octubre de 1983). Fue también elegido presidente del mismo Tribunal en 1986 (Real Decreto 460/1986, de 4 de marzo. «BOE» núm. 56, de 6 de marzo de 1986) reelegido en 1989 (Real Decreto 220/1989, de 6 de marzo, «BOE» núm. 56, de 7 de marzo de 1989), cesando en ambos cargos en 1994 (Real Decreto 809/1992, de 2 de julio, «BOE» núm. 161, de 6 de julio de 1992 y Real Decreto 814/1992, de 2 de julio, «BOE» núm. 161, de 6 de julio de 1992).
El 11 de septiembre de 1991 fue designado miembro de la Comision d’Arbitrage de la Conference pour la paix en Yougoslavie y, en 1994, nombrado consejero electivo de Estado (Real Decreto 2440/1994, de 16 de diciembre. «BOE» núm. 301, de 17 de diciembre de 1994), cargo que desempeñaba cuando fue asesinado en su despacho de la UAM.
Fue Dotor Honoris Causa por las Universidades de Messina y Salamanca. Recibió diversas condecoraciones y premios entre ellos el Nacional de Historia, compartido con otros autores, en 1981 por el libro colectivo “La era isabelina y el Sexenio Revolucionario”. Y como distinciones honoríficas, la Medalla al mérito de primera clase concedida por el Excelentísimo Ayuntamiento de Salamanca el 10 de septiembre de 1986 y la Alta distinción de la Comunidad Autónoma de Valencia concedida por la Comunitat e impuesta por su President Joan Lerma el 9 de octubre de 1991.
Rechazó, sin embargo, en carta dirigida al decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca, José Luís Martín Zarzo, fechada el 12 de agosto de 1967 la medalla de plata de la orden del yugo y las flechas que le había sido concedida a todos los directores de colegios mayores por dirigir durante los años 1958, 1959 y parte del 60 el Colegio Mayor Alejandro Salazar vinculado al SEU. Aun así, un determinado sector de la prensa española (ABC, Diario 16) en los días 11 y 12 de agosto de 1994 le acusaba de haber aceptado y, en consecuencia, le señalaba como colaborador de la Dictadura, hecho sobre el que exigió, en carta dirigida al director de Diario 16 José Luis Gutiérrez, una rectificación que no se produjo. El 2 de diciembre de 1992 rehusó amablemente la medalla de oro de la Orden de la Dama de Elche alegando su incorporación a tiempo completo a la Universidad y su deseo de ceñirse exclusivamente a su labor de profesor, evitando toda clase de publicidad.
1994, 16 de diciembre. Consejero electivo de Estado, a propuesta del presidente del Gobierno.
Desde el 20 de enero de 1972 fue miembro del Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano. Fue también miembro del Consejo de Redacción del Anuario de Historia del Derecho Español desde el 23 de octubre de 1984 y del Consejo de Dirección de la revista -creado a propuesta suya en sustitución de la dirección unipersonal- desde el 17 de diciembre del año siguiente hasta su fallecimiento. Desde 1981 dirigió la colección del Centro de Estudios Constitucionales (hoy Políticos y Constitucionales) “Clásicos del constitucionalismo español”.
El 14 de abril de 1989 fue elegido académico de número de la Real Academia de la Historia, en la que tomó posesión y pronunció su discurso de ingreso el 28 del mismo mes de 1991.
Desempeñó cargos académicos y extraacadémicos a lo largo de su vida profesional. Entre los primeros el de Vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca, por elección, en el trienio 1966-69 y desde 1969 a 1972, año en que dimitió (Orden 27 septiembre 1972. «BOE» núm. 245, de 12 de octubre de 1972).
Entre los segundos, fue designado en 1980 uno de los primeros magistrados del Tribunal Constitucional (Real Decreto 310/1980, de 14 de febrero, «BOE» núm. 46, de 22 de febrero de 1980) renovado en 1983 (Real Decreto 2711/1983, de 24 de octubre, BOE» núm. 255, de 25 de octubre de 1983). Fue también elegido presidente del mismo Tribunal en 1986 (Real Decreto 460/1986, de 4 de marzo. «BOE» núm. 56, de 6 de marzo de 1986) reelegido en 1989 (Real Decreto 220/1989, de 6 de marzo, «BOE» núm. 56, de 7 de marzo de 1989), cesando en ambos cargos en 1994 (Real Decreto 809/1992, de 2 de julio, «BOE» núm. 161, de 6 de julio de 1992 y Real Decreto 814/1992, de 2 de julio, «BOE» núm. 161, de 6 de julio de 1992).
El 11 de septiembre de 1991 fue designado miembro de la Comision d’Arbitrage de la Conference pour la paix en Yougoslavie y, en 1994, nombrado consejero electivo de Estado (Real Decreto 2440/1994, de 16 de diciembre. «BOE» núm. 301, de 17 de diciembre de 1994), cargo que desempeñaba cuando fue asesinado en su despacho de la UAM.
Fue Dotor Honoris Causa por las Universidades de Messina y Salamanca. Recibió diversas condecoraciones y premios entre ellos el Nacional de Historia, compartido con otros autores, en 1981 por el libro colectivo “La era isabelina y el Sexenio Revolucionario”. Y como distinciones honoríficas, la Medalla al mérito de primera clase concedida por el Excelentísimo Ayuntamiento de Salamanca el 10 de septiembre de 1986 y la Alta distinción de la Comunidad Autónoma de Valencia concedida por la Comunitat e impuesta por su President Joan Lerma el 9 de octubre de 1991.
Rechazó, sin embargo, en carta dirigida al decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca, José Luís Martín Zarzo, fechada el 12 de agosto de 1967 la medalla de plata de la orden del yugo y las flechas que le había sido concedida a todos los directores de colegios mayores por dirigir durante los años 1958, 1959 y parte del 60 el Colegio Mayor Alejandro Salazar vinculado al SEU. Aun así, un determinado sector de la prensa española (ABC, Diario 16) en los días 11 y 12 de agosto de 1994 le acusaba de haber aceptado y, en consecuencia, le señalaba como colaborador de la Dictadura, hecho sobre el que exigió, en carta dirigida al director de Diario 16 José Luis Gutiérrez, una rectificación que no se produjo. El 2 de diciembre de 1992 rehusó amablemente la medalla de oro de la Orden de la Dama de Elche alegando su incorporación a tiempo completo a la Universidad y su deseo de ceñirse exclusivamente a su labor de profesor, evitando toda clase de publicidad.
1994, 16 de diciembre. Consejero electivo de Estado, a propuesta del presidente del Gobierno.
Principales obras
La labor investigadora de Tomás y Valiente se incardina en el momento de cambio de la orientación de los estudios de Historia del Derecho en España que se inicia en la década de los sesenta y, sobre todo, en los años setenta. Llevado a cabo por algunos historiadores del Derecho españoles, entre los que se encontraba, este cambio se manifestó fundamentalmente en la ampliación metodológica y espacio temporal de la materia, por un lado, y, por el otro, en la apertura y contactos con otras áreas académicas, en especial, la alemana y la italiana. Él mismo mantuvo una estrecha relación de amistad con Paolo Grossi.
En este sentido, representa una singularidad que se inicia con su tesis, en la medida que estuvo dirigida por un vigentista y por el propio objeto, un proceso desde sus orígenes medievales hasta la época constitucional moderna, absolutamente inusual en su época. También en las fuentes utilizadas, no solo de carácter normativo sino también doctrinal y archivístico. Mantuvo esta orientación cuando se incorporó definitivamente al campo de la Historia del Derecho al conseguir la primera adjuntía en los temas que trabajó, en cuya elección intervino su creencia de que el profesorado universitario, en especial el de humanidades, jamás debía ser correa de transmisión del poder sino sostener una actitud crítica, defender a la sociedad ante el mismo y contribuir a la formación de buenos ciudadanos y ciudadanas.
A este respecto, son claramente discernibles dos etapas en su producción que afectan no solo a la temática sino al método. Aunque en toda ella se conjugan lo histórico y lo jurídico, lo cierto es que, en la primera, que va desde los inicios hasta su entrada en el TC, es la perspectiva histórica la que prevalece. Un testimonio ilustrativo son las contribuciones que presenta a la cátedra de La Laguna (La prisión por deudas en los derechos castellano y aragonés”, AHDE, XXX, 1969; El perdón de la parte ofendida en el Derecho penal castellano (siglos XVI, XVII y XVIII), Ibi, XXXI-II, 1961-2) y La Diputación de las Cortes de Castilla (1525-1601), Ibi, 1962). Ahora bien, la concepción de la historia que defendía la expuso concisa y claramente en las conferencias que pronunció el 4 y 5 de diciembre de 1967 en la Universidad Internacional de Las Palmas y en la Facultad de Derecho de La Laguna invitado por Juan Miquel y el decano de la misma González Vicén. Con los títulos de “La fe en el progreso” y “Algunas recientes interpretaciones de nuestra más cercana historia”, Tomás y Valiente denunciaba la manipulación de la Historia por el político en el mismo sentido que, años después, haría Tarello con “el uso político de la Historia” y repudiaba el “silencio creador y la obediencia mimética a la consigna política de la historiografía española”, en especial hasta 1955. Reivindicaba, en contraposición, “la necesidad fáctica o política de una interpretación simplista y ortodoxa de nuestro pasado más cercano” así como “una separación y jerarquía de los campos periodístico, el político y el científico riguroso”.
La segunda etapa está delimitada por su nombramiento como magistrado constitucional y su larga estancia en el TC. Ahí se impone una visión claramente jurídica de naturaleza positivista muy influenciado por Kelsen, cuya huella ya se había advertido en el Manual, muy volcado hacia el Ius commune y el liberalismo decimonónico, que publicó en 1979. A ella pertenecen monografías cómo “El reparto competencial en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional” (1988) o “Códigos y Constituciones (1808-1978)” (1989) y, también, “Martínez Marina historiador del Derecho” (Discurso de ingreso en RAH), además de una larga serie de artículos y otras contribuciones.
A lo largo de su vida los temas que trató (derecho penal, venta de oficios, desamortización, Inquisición, estudios institucionales, los validos, la tortura en España entre otros) tienen un marcado carácter testimonial tanto en la época de la dictadura (los validos, el Derecho penal de la Monarquía absoluta, la tortura en España) como en la transición y en la etapa democrática a través de la divulgación de aspectos constitucionales. Una aspiración, la de hacer llegar la Constitución hasta el último rincón, que se hubieran consumado con la Historia del Estado en España, sobre la que estaba trabajando en el momento de su muerte.
Toda su producción está ahora recogida en Obras Completas publicadas por el CEP y C, 1997 y puede consultarse en el portal Dialnet y en la web de la biblioteca de la Facultad de Derecho de la UAM.
En este sentido, representa una singularidad que se inicia con su tesis, en la medida que estuvo dirigida por un vigentista y por el propio objeto, un proceso desde sus orígenes medievales hasta la época constitucional moderna, absolutamente inusual en su época. También en las fuentes utilizadas, no solo de carácter normativo sino también doctrinal y archivístico. Mantuvo esta orientación cuando se incorporó definitivamente al campo de la Historia del Derecho al conseguir la primera adjuntía en los temas que trabajó, en cuya elección intervino su creencia de que el profesorado universitario, en especial el de humanidades, jamás debía ser correa de transmisión del poder sino sostener una actitud crítica, defender a la sociedad ante el mismo y contribuir a la formación de buenos ciudadanos y ciudadanas.
A este respecto, son claramente discernibles dos etapas en su producción que afectan no solo a la temática sino al método. Aunque en toda ella se conjugan lo histórico y lo jurídico, lo cierto es que, en la primera, que va desde los inicios hasta su entrada en el TC, es la perspectiva histórica la que prevalece. Un testimonio ilustrativo son las contribuciones que presenta a la cátedra de La Laguna (La prisión por deudas en los derechos castellano y aragonés”, AHDE, XXX, 1969; El perdón de la parte ofendida en el Derecho penal castellano (siglos XVI, XVII y XVIII), Ibi, XXXI-II, 1961-2) y La Diputación de las Cortes de Castilla (1525-1601), Ibi, 1962). Ahora bien, la concepción de la historia que defendía la expuso concisa y claramente en las conferencias que pronunció el 4 y 5 de diciembre de 1967 en la Universidad Internacional de Las Palmas y en la Facultad de Derecho de La Laguna invitado por Juan Miquel y el decano de la misma González Vicén. Con los títulos de “La fe en el progreso” y “Algunas recientes interpretaciones de nuestra más cercana historia”, Tomás y Valiente denunciaba la manipulación de la Historia por el político en el mismo sentido que, años después, haría Tarello con “el uso político de la Historia” y repudiaba el “silencio creador y la obediencia mimética a la consigna política de la historiografía española”, en especial hasta 1955. Reivindicaba, en contraposición, “la necesidad fáctica o política de una interpretación simplista y ortodoxa de nuestro pasado más cercano” así como “una separación y jerarquía de los campos periodístico, el político y el científico riguroso”.
La segunda etapa está delimitada por su nombramiento como magistrado constitucional y su larga estancia en el TC. Ahí se impone una visión claramente jurídica de naturaleza positivista muy influenciado por Kelsen, cuya huella ya se había advertido en el Manual, muy volcado hacia el Ius commune y el liberalismo decimonónico, que publicó en 1979. A ella pertenecen monografías cómo “El reparto competencial en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional” (1988) o “Códigos y Constituciones (1808-1978)” (1989) y, también, “Martínez Marina historiador del Derecho” (Discurso de ingreso en RAH), además de una larga serie de artículos y otras contribuciones.
A lo largo de su vida los temas que trató (derecho penal, venta de oficios, desamortización, Inquisición, estudios institucionales, los validos, la tortura en España entre otros) tienen un marcado carácter testimonial tanto en la época de la dictadura (los validos, el Derecho penal de la Monarquía absoluta, la tortura en España) como en la transición y en la etapa democrática a través de la divulgación de aspectos constitucionales. Una aspiración, la de hacer llegar la Constitución hasta el último rincón, que se hubieran consumado con la Historia del Estado en España, sobre la que estaba trabajando en el momento de su muerte.
Toda su producción está ahora recogida en Obras Completas publicadas por el CEP y C, 1997 y puede consultarse en el portal Dialnet y en la web de la biblioteca de la Facultad de Derecho de la UAM.
Perfil de autor BNE
Perfil de autor Dialnet
Perfil de autor PARES
Fuentes
B.O.E. Autoridades y Personal
A.G.A., Educación, sig (08)006_001 44/13447, 0249; 08006_001 44/13271,0617; (05)001.016 42/07220; (05)001.009 32/19362; 805) 32/19371.
Archivo Universidad Autónoma de Madrid, exp. AUAMa-804-10.
Archivo del Tribunal Constitucional, Archivo de Francisco Tomás y Valiente, Código de referencia ES_ TV.
A.G.A., Educación, sig (08)006_001 44/13447, 0249; 08006_001 44/13271,0617; (05)001.016 42/07220; (05)001.009 32/19362; 805) 32/19371.
Archivo Universidad Autónoma de Madrid, exp. AUAMa-804-10.
Archivo del Tribunal Constitucional, Archivo de Francisco Tomás y Valiente, Código de referencia ES_ TV.
Bibliografía
Gómez Bravo, José Manuel, Una mirada valiente: homenaje a Francisco Tomás y Valiente. Polifemo 2016
Clavero, Bartolomé, Tomás y Valiente. Una biografía intelectual. Pagina introduttiva di Paolo Grossi, Biblioteca per la storia del pensiero giuridico moderno, 47, Milán, Giuffrè, 1996.
Clavero, Bartolomé, Tomás y Valiente. Una biografía intelectual. Pagina introduttiva di Paolo Grossi, Biblioteca per la storia del pensiero giuridico moderno, 47, Milán, Giuffrè, 1996.
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11/08/2023
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