HERA PÉREZ-CUESTA, Alberto de la (1932)
Ficha
Catedrático
HERA PÉREZ-CUESTA, Alberto de la (1932)
Presentación
Catedrático de Derecho Canónico en las Universidades de Murcia y Sevilla, ha sido de 1971 y hasta su jubilación definitiva en 2006 catedrático en la Universidad Complutense de Historia de la Iglesia en América e Instituciones Canónicas Indianas. Ha defendido tesis doctorales en tres disciplinas diferentes y su dedicación a la docencia y a la investigación, no le ha impedido desempeñar importantes cargos académicos en la Universidad Complutense, y en la administración.
Datos biográficos
Nació en Granada el 18 de septiembre de 1932. Sus padres Alberto y Carmen tuvieron cuatro hijos Alberto, Carmen, Pepita y Plácido. El matrimonio residía en Guadalcanal donde Alberto de la Hera Rivero era titular de la farmacia. Como era frecuente entonces para a dar a luz a su hijo mayor se trasladaron a Granada. En Guadalcanal transcurrió su infancia y, aunque a partir de los ocho años la familia residirá en Sevilla, siempre ha estado muy vinculado a este pueblo de Sierra Morena, y en 2008 su ayuntamiento le otorgó la medalla de oro de la localidad. Casado con María José Ciaurriz, es padre de dos hijos.
Formación
Hizo sus primeros estudios en el colegio de la Congregación de la Doctrina Cristiana de Guadalcanal (Sevilla) y el bachillerato en el colegio de Villasís que regían los jesuitas en Sevilla.
Al acabar el bachiller se matriculó en la Universidad de Sevilla en las Facultades de Derecho y en la de Filosofía y Letras. Era el curso 1949-50. En segundo curso de Derecho recibió clases de Manuel Giménez Fernández lo que le llevó a interesarse por el Derecho Canónico y muy especialmente por la historia de las relaciones Iglesia-Estado. Decidido a dedicarse a estas disciplinas y por recomendación de Giménez Fernández, al terminar en el curso 1951-52 tercero de Derecho y de Filosofía y Letras, se trasladó a Roma en octubre de 1952 con una beca del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. En el “Angelicum”, hoy Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, realizó la licenciatura en Derecho Canónico y defendió su tesis doctoral en esa disciplina en 1954.
A pesar de su estancia en Roma pudo continuar los estudios que había comenzado en España y se examinó como alumno libre de las asignaturas de las licenciaturas de Derecho y de Filosofía y letras.
A su regreso se matricula en Madrid de las asignaturas que le restaban del cuarto curso de Derecho y también de cuarto curso de Filosofía y Letras, entrando entonces en contacto con los catedráticos Eloy Montero y Alfonso García-Gallo. En la Universidad Complutense de Madrid, concluyó la licenciatura de Filosofía y Letras. Matriculado como alumno libre en la Universidad de Granada superó allí el quinto curso de la de Derecho. De modo que en 1955 era doctor en Derecho Canónico, licenciado en Filosofía y Letras y en Derecho.
En 1959, defendió su tesis doctoral en Filosofía y Letras con el título “El regalismo borbónico en su proyección indiana”, ante un tribunal presidido por Ciriaco Pérez Bustamante, con Cayetano Alcázar Molina, Manuel Ballesteros Gaibrois y Alfonso García Gallo de vocales y Florentino Pérez-Embid como secretario.
En 1962 logró una beca para ampliar estudios en Alemania. En Bonn, trabajó con el Prof. Barion y en Múnich siguió las clases de Klaus Mörsdorf.
En 1966, cuando ya había firmado su participación en la oposición a la cátedra de Derecho canónico, presentó la que sería su tesis doctoral en Derecho, y que era la tercera que defendía. Versó sobre “La relevancia jurídico canónica de la cohabitación conyugal”, y el tribunal que la juzgó estuvo presidido por el catedrático de Derecho Civil Francisco Sánchez Rebullida.
Al acabar el bachiller se matriculó en la Universidad de Sevilla en las Facultades de Derecho y en la de Filosofía y Letras. Era el curso 1949-50. En segundo curso de Derecho recibió clases de Manuel Giménez Fernández lo que le llevó a interesarse por el Derecho Canónico y muy especialmente por la historia de las relaciones Iglesia-Estado. Decidido a dedicarse a estas disciplinas y por recomendación de Giménez Fernández, al terminar en el curso 1951-52 tercero de Derecho y de Filosofía y Letras, se trasladó a Roma en octubre de 1952 con una beca del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. En el “Angelicum”, hoy Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, realizó la licenciatura en Derecho Canónico y defendió su tesis doctoral en esa disciplina en 1954.
A pesar de su estancia en Roma pudo continuar los estudios que había comenzado en España y se examinó como alumno libre de las asignaturas de las licenciaturas de Derecho y de Filosofía y letras.
A su regreso se matricula en Madrid de las asignaturas que le restaban del cuarto curso de Derecho y también de cuarto curso de Filosofía y Letras, entrando entonces en contacto con los catedráticos Eloy Montero y Alfonso García-Gallo. En la Universidad Complutense de Madrid, concluyó la licenciatura de Filosofía y Letras. Matriculado como alumno libre en la Universidad de Granada superó allí el quinto curso de la de Derecho. De modo que en 1955 era doctor en Derecho Canónico, licenciado en Filosofía y Letras y en Derecho.
En 1959, defendió su tesis doctoral en Filosofía y Letras con el título “El regalismo borbónico en su proyección indiana”, ante un tribunal presidido por Ciriaco Pérez Bustamante, con Cayetano Alcázar Molina, Manuel Ballesteros Gaibrois y Alfonso García Gallo de vocales y Florentino Pérez-Embid como secretario.
En 1962 logró una beca para ampliar estudios en Alemania. En Bonn, trabajó con el Prof. Barion y en Múnich siguió las clases de Klaus Mörsdorf.
En 1966, cuando ya había firmado su participación en la oposición a la cátedra de Derecho canónico, presentó la que sería su tesis doctoral en Derecho, y que era la tercera que defendía. Versó sobre “La relevancia jurídico canónica de la cohabitación conyugal”, y el tribunal que la juzgó estuvo presidido por el catedrático de Derecho Civil Francisco Sánchez Rebullida.
Carrera académica
Concluidos sus estudios en 1955 y bajo la dirección de García Gallo, encargado en aquellos momentos de la cátedra de Derecho indiano de la Facultad de Filosofía y Letras, había comenzado a especializarse en Historia de América. Fue entonces cuando Jaime Delgado Martín, nombrado catedrático de Historia de América de la Universidad de Barcelona, le propuso que le acompañara a su nuevo destino y fuese allí como ayudante. Lo fue en los cursos 1955-56 y 1956-57. Pero en 1957 regresó a Madrid para ser ayudante de la cátedra de Historia del Derecho con García Gallo, tarea que desempeñó en los cursos 1957-58 y 1958-59.
En Roma había conocido a Pedro Lombardía quien en 1959 comenzó a organizar en la Universidad de Navarra el “Instituto de Derecho Canónico”. Lombardía le llamó para que se encargase de la cátedra de Historia del Derecho Canónico en aquella naciente institución, en efecto se hizo cargo de ella en los cursos 1959-60, 1960-61 y 1961-62.
Tras sus estudios en Alemania, a su regreso a España en 1964 comenzó a preparar bajo la dirección de Pedro Lombardía su acceso a la cátedra de Derecho canónico ya que en aquel momento se habían convocado las plazas de las Universidades de Murcia y de La Laguna.
La oposición para cubrir estas dos cátedras comenzó el 12 de junio de 1966. El tribunal lo presidía fray José López Ortiz, eran vocales Ramón Lamas Lourido, Paulino Pedret Casado, Miguel Hernández Ascó y secretario Antonio Mostaza. Tras los ejercicios obtuvo la cátedra de la Universidad de Murcia. La orden de 22 de noviembre de 1966 por la que se le nombra catedrático de Murcia fue publicada en el BOE del 7 de diciembre. En Murcia sería docente en el curso 1966-67.
Poco después concurrió al concurso de traslado convocado para ocupar la cátedra de Derecho Canónico de la Universidad de Sevilla, tras la jubilación de Giménez Fernández, obteniendo así mediante orden de 30 de junio de 1967 (BOE, 28 de julio de 1967) su nombramiento como catedrático de la Universidad de Sevilla, en la que permaneció hasta 1971.
En 1971 se creó en la Universidad Complutense de Madrid la cátedra de Historia de la Iglesia en América e Instituciones Canónicas Indianas, a la que pudo acceder por concurso de traslado pese a ser catedrático de Derecho y obtuvo en efecto esa plaza. Formaban el tribunal encargado de juzgar el concurso José Antonio Calderón Quijano y Antonio Muro Orejón, Isidoro Martín Martínez y Tomás Martín Martínez. En esta cátedra ha permanecido hasta su jubilación en 2002 y después como catedrático emérito hasta 2006, aunque en varias ocasiones ha estado en situación de excedencia por haber ocupado algunos cargos políticos como la Dirección general de Teatros y Espectáculos en 1979, o la Dirección general de Asuntos religiosos en 1996.
En Roma había conocido a Pedro Lombardía quien en 1959 comenzó a organizar en la Universidad de Navarra el “Instituto de Derecho Canónico”. Lombardía le llamó para que se encargase de la cátedra de Historia del Derecho Canónico en aquella naciente institución, en efecto se hizo cargo de ella en los cursos 1959-60, 1960-61 y 1961-62.
Tras sus estudios en Alemania, a su regreso a España en 1964 comenzó a preparar bajo la dirección de Pedro Lombardía su acceso a la cátedra de Derecho canónico ya que en aquel momento se habían convocado las plazas de las Universidades de Murcia y de La Laguna.
La oposición para cubrir estas dos cátedras comenzó el 12 de junio de 1966. El tribunal lo presidía fray José López Ortiz, eran vocales Ramón Lamas Lourido, Paulino Pedret Casado, Miguel Hernández Ascó y secretario Antonio Mostaza. Tras los ejercicios obtuvo la cátedra de la Universidad de Murcia. La orden de 22 de noviembre de 1966 por la que se le nombra catedrático de Murcia fue publicada en el BOE del 7 de diciembre. En Murcia sería docente en el curso 1966-67.
Poco después concurrió al concurso de traslado convocado para ocupar la cátedra de Derecho Canónico de la Universidad de Sevilla, tras la jubilación de Giménez Fernández, obteniendo así mediante orden de 30 de junio de 1967 (BOE, 28 de julio de 1967) su nombramiento como catedrático de la Universidad de Sevilla, en la que permaneció hasta 1971.
En 1971 se creó en la Universidad Complutense de Madrid la cátedra de Historia de la Iglesia en América e Instituciones Canónicas Indianas, a la que pudo acceder por concurso de traslado pese a ser catedrático de Derecho y obtuvo en efecto esa plaza. Formaban el tribunal encargado de juzgar el concurso José Antonio Calderón Quijano y Antonio Muro Orejón, Isidoro Martín Martínez y Tomás Martín Martínez. En esta cátedra ha permanecido hasta su jubilación en 2002 y después como catedrático emérito hasta 2006, aunque en varias ocasiones ha estado en situación de excedencia por haber ocupado algunos cargos políticos como la Dirección general de Teatros y Espectáculos en 1979, o la Dirección general de Asuntos religiosos en 1996.
Otras actividades y méritos
Ha sido Secretario de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra y Vicerrector, Secretario General, y Decano de la Facultad de Geografía e Historia, en la Universidad Complutense.
Caballero Comendador de la Orden de San Gregorio Magno.
Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort.
Vicepresidente de la “International Religious Liberty Association”
Consultor del “Pontificium Consilium de Legum Textibus”
Presidente del “Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano”, de la “Asociación Española de Americanistas” y del “European Consortium for Church and State Research”
Vicepresidente de la “Consociatio Internationalis Studio Iuris Canonici Promovendo” y de la “Asociación Española de Canonistas”
Director General de Teatro y Espectáculos del Ministerio de Cultura.
Director General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia.
Secretario de la Comisión del Ministerio de Justicia para la Revisión del Concordato de 1953.
Director del “Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado”.
Secretario de la revista “Ius Canonicum”
Crítico teatral en diversos medios de comunicación, así como jurado del Premio nacional de Teatro y de otros varios Premios Teatrales a nivel nacional.
Caballero Comendador de la Orden de San Gregorio Magno.
Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort.
Vicepresidente de la “International Religious Liberty Association”
Consultor del “Pontificium Consilium de Legum Textibus”
Presidente del “Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano”, de la “Asociación Española de Americanistas” y del “European Consortium for Church and State Research”
Vicepresidente de la “Consociatio Internationalis Studio Iuris Canonici Promovendo” y de la “Asociación Española de Canonistas”
Director General de Teatro y Espectáculos del Ministerio de Cultura.
Director General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia.
Secretario de la Comisión del Ministerio de Justicia para la Revisión del Concordato de 1953.
Director del “Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado”.
Secretario de la revista “Ius Canonicum”
Crítico teatral en diversos medios de comunicación, así como jurado del Premio nacional de Teatro y de otros varios Premios Teatrales a nivel nacional.
Perfil de autor BNE
Perfil de autor Dialnet
Fuentes
BOE, nombramientos.
Bibliografía
FERRER ORTIZ, Javier “Conversación en Madrid con Alberto de la Hera”, en Anuario de Historia de la Iglesia XXVIII (2019) 455-484
“Curriculum vitae y publicaciones del profesor Alberto de la Hera” en Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. XXXVI (2020)19-58.
“Curriculum vitae y publicaciones del profesor Alberto de la Hera” en Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. XXXVI (2020)19-58.
Materias
Autoría
Fecha
08/09/2023
- Conjuntos de fichas
- Catedráticos
- Medios
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