Tras las imágenes en blanco y negro de un páramo pedregoso y un niño, el hijo del autor, que muestra una piedra traslúcida, comienza la actuación televisada del músico egipcio Abdelhalim el Hafiz, interpretando La lectora de tazas del poeta Nizar Kebani. Toni Serra se apropia esta compulsiva repetición las estrofas, como si se tratase de un mantra redentor de la entusiasmo, como una lectura del amor y el destino deseando buenaventura a la vida del niño al que filma.