Los Siete Hombres de Oro intentan realizar de nuevo la hazaña de robar en una central de un banco de Roma, pero cuando están a punto de terminar la operación son apresados por siete hombres vestidos de negro y conducidos a la embajada de los Estados Unidos en Roma. Bajo amenaza de denuncia a la policía italiana, los Siete Hombres de Oro se comprometen, por cuenta de EEUU, a raptar a un revolucionario general latinoamericano para que confiese si su simpatía hacia Rusia ha cristalizado en la implantación de bases para cohetes teledirigidos que amenazarían la paz en el continente americano. Terminada la operación, roban un barco cargo de oro y son confinados en una isla del Atlántico.