Miembros de una organización dedicada al tráfico de estupefacientes, entran en España con un cargamento de drogas, disimulado en el motor del coche. Al pasar por el túnel se oyen unos disparos, y unos desconocidos se apoderan de la mercancía. Marcos Aristoluas, cabecilla de la organización, es conminado por los altos jefes para recuperar las drogas. Este pide ayuda a Harry Bell, un norteamericano que había trabajado para la Interpol, pero al que un desagradable asunto con su ex novia lo llevó a la cárcel. Bell está dispuesto a ayudarlo, aunque sea sólo por dinero. Sin embargo, el asunto se presenta bastante más complicado de lo que en un principio parecía.