La nave de Hércules naufraga en tierras de los Incas. Allí encuentra una multitud de extraños enemigos que le atacan, pero su prodigiosa fuerza consigue hacer frente a una lucha tan desigual. Al mismo tiempo, otro grupo de hombres se enfrentan a los enemigos de Hércules hasta darles muerte. Debido a ello, el jefe del grupo, el hijo del Rey de los Incas, es depuesto y encarcelado por el cruel Atahualpa. Hércules es llevado al poblado, en donde se entera de que la hermana del hombre que le ha salvado es prisionera de Atahualpa y va a ser sacrificada al dios de los Hijos del Sol.