Manolo vive en Benidorm, en donde es empleado de una gasolinera. Sin embargo, es despedido por su desmedida afición a la canción. Conoce a un amigo, Jaime, que vive a costa de las turistas que invaden la zona en verano, por lo que Manolo, sin empleo, decide usarlo también, pero en su primera conquista, termina en la comisaría. Tras comprobar la inocencia de Manolo, es puesto en libertad, pero recibe la denuncia de un señor francés que le acusa de haber seducido a su hija Dorothy y que, por tanto, debe reparar el daño causado.