Paco es hijo de un comandante de la Guardia Civil destinado en Bilbao. Semanas antes de cumplir 18 años, pasa de tomar drogas blandas a inyectarse heroína. El dinero suficiente lo obtiene traficando en compañía de Urko, su mejor amigo, hijo de un diputado independentista. Paco suele pasar el tiempo con Betty, una prostituta que les da las drogas. Poco a poco se van adentrando ambos jóvenes en una vida de delincuencia debido a su necesidad de dinero.