FC3.23.01. Villa romana de las Musas de Arellano.

Descripción

La villa romana de Arellano, conocida como la Villa de Las Musas gracias a un magnífico mosaico hallando en ella, comienza a ser explotada, probablemente por colonos itálicos, en el siglo I d.C. y se mantiene en actividad hasta finales del siglo III, cuando es destruida por un incendio. En el siglo IV se procede a su reconstrucción. Entre las estructuras de esta última...

Metadatos

Código

FC3.23.01.

Título

FC3.23.01. Villa romana de las Musas de Arellano.

Descripción del testimonio

La villa romana de Arellano, conocida como la Villa de Las Musas gracias a un magnífico mosaico hallando en ella, comienza a ser explotada, probablemente por colonos itálicos, en el siglo I d.C. y se mantiene en actividad hasta finales del siglo III, cuando es destruida por un incendio. En el siglo IV se procede a su reconstrucción. Entre las estructuras de esta última fase constructiva, la arqueóloga Mª Ángeles Mezquíriz Irujo (2003) ha identificado un espacio rectangular de 377,5 m2 (26,2 x 16,5 m), ubicado en la parte oriental de la villa y separado de la pars urbana, como un lugar destinado a la celebración de “los ritos mistéricos del taurobolio”.

            Este espacio poseía un deambulatorio porticado en tres de sus lados y estaba abierto a un patio al aire libre. En el centro del patio se situaba una estructura de grandes sillares empotrados en forma de “U”, en cuyos extremos se encontraron in situ dos supuestas aras (bien pueden ser pedestales, pues no presentan la forma propia de los altares) decoradas con dos cabezas de toro toscamente grabadas (FC3.23.02–03). Entre las aras, Mezquíriz Irujo reconoce una bandeja ritual formada por lajas de piedra empotradas en la tierra y, en frente de esta, un podio de grandes sillares para sostener una estatua, que en su opinión representaría a la diosa Cibeles (ibid., p. 161). En esta zona se halló gran cantidad de tierra quemada y ceniza, siendo el espesor de la capa de cenizas mayor en un amplio espacio delante de las aras. Ante este hallazgo, dicha arqueóloga considera probable que después del ritual del sacrificio del toro o carnero se realizara algún otro rito de auspicios mediante la quema de las vísceras del animal. En la zona porticada, se recuperaron numerosos restos óseos de animales, bucráneos y cornamentas, entre los cuales hay una notable incidencia de bóvidos machos y castrados. Parte de la carne de los animales fue consumida.

Tipología

Santuario

Fecha

siglos I-IV d.C.

Provincia

Tarraconense

Lugar de hallazgo (nombre actual)

Arellano (Navarra)

Lugar de conservación

in situ.

Corpus

Fuera de catálogo

Discusión

Los dos altares con cabezas de toro, que pertenecen tipológicamente al conjunto de las (mal) llamadas “aras taurobólicas” halladas en la zona navarro-zaragozana (vid. FC3.23.02–03), son el testimonio principal a partir del cual Mezquíriz Irujo defiende que el espacio descrito era un lugar de culto metróaco, así como el elemento que le lleva a interpretar en clave metróaca la iconografía del mosaico de la gran estancia. Más aún, su interpretación de estos materiales la conduce a sostener que la principal función de la villa en el siglo IV era la de centro religioso dedicado al culto de Cibeles y Atis (Mezquíriz, 2003, p. 27 y 2009, p. 232). Sin embargo, la factura de las aras no se asemeja lo más mínimo a los numerosos altares taurobólicos hallados en Occidente, por lo que no pueden ser consideradas como tales, más aún cuando ningún otro material de la villa apoya esta idea. En este sentido, cabe añadir que la consideración de Mezquíriz (2003, p. 163) de que la propia estructura del espacio descrito (un edificio cerrado con pórtico alrededor un patio central) apunta a un culto componentes mistéricos carece de fundamento.

La interpretación de este conjunto arqueológico como un lugar de culto a Mater Magna no es más que el fruto de una concatenación de conjeturas de la autora, que además demuestra en su trabajo un gran desconocimiento sobre el culto de la diosa. Su tesis está influida por la idea formulada por su colega Dimas Fernández-Galiano de que en época cristiana, ciertas creencias religiosas, heréticas o paganas, se refugiaron en la intimidad de las villae (1). Descarta que una comunidad de fieles metróacos residiera en Arellano, pero defiende que este era un centro religioso al que acudían los devotos de una amplia zona relacionada con él. Allí habrían celebrado los sacrificios taurobólicos, a su entender, auténticos baños de sangre a la imagen del ritual descrito por el autor cristiano Prudencio, cuyo relato, sin embargo, fue ya descartado como visión fidedigna del taurobolio en los años noventa (2). La autora llega incluso a afirmar que “los hallazgos descritos son una prueba más de que en la época romana tardía las religiones orientales tenían muchos adeptos” (Mezquíriz, 2003, p. 164). Adicionalmente, sugiere que el dominus de esta propiedad sería el archigallus o jefe religioso de la comunidad que allí se reunía (ibid., p. 161).

No podemos sino rechazar esta tesis, carente de rigor científico y que recupera aspectos de la noción cumontiana de “cultos orientales y mistéricos”, como la exageración de su carácter esotérico, su expansión en época tardía y su condición de cultos rivales del cristianismo, con el que habrían compartido creencias y prácticas rituales. Precisamente es esta rivalidad la que habría propiciado su reclusión al ámbito privado. La afirmación de Mezquíriz de que estas expresiones religiosas gozaron de un gran número de adeptos en la Tardoantigüedad es gratuita y la investigadora se equivoca al considerar al archigallus como jefe de culto.

Notas

(1) Fernández-Galiano, 1992b, p. 176; 1992c; 2011, esp. pp. 172–176, 197–206 y 294–296, con bibliografía anterior.

(2) Prud., Perist., X, 1006–1050; cf. supra nota 7.

Referencias bibliográficas

Mezquíriz – Labé – Ramos – Sánchez – Sanz, 1993–1994; Marco, 1997, pp. 300–303; Mezquíriz, 2003; ead. 2004; Mezquíriz – Unzu, 2005, p. 987; Vidal Álvarez, 2005, no. A5, pp. 14–15 y lám. V; Mezquíriz, 2006; ead., 2009, pp. 230–239; Blázquez, 2007–2008, pp. 142–143; Marco, 2010, pp. 88–89; Sesma –Tabar, 2011; Olszewski, 2015; Osório, 2018, pp. 22–23, fig. 9.

Abreviaturas y bibliografía

Blázquez, J.M., “Los vascones en las fuentes literarias de la Antigüedad y en la historiografía actual”, Trabajos de arqueología navarra, 20, 2007–2008, pp. 103–150.

Marco, F., “¿Taurobolios vasconios? La vitalidad pagana en la Tarraconense durante la segunda mitad del siglo IV”, Gerión, 15, 1997, pp. 297319.

Marco, F., “Hommes et images: rapports entre la Gaule et la Tarraconensis entre le s. II avant J.-C. et le s. IV après J.C.”, en Ll. Pons Pujol (ed.), Hispania et Gallia: dos provincias del Occidente romano, Barcelona, 2010, pp. 79–92.

Mezquíriz, M.A., La villa romana de Arellano, Pamplona, 2003.

Mezquíriz, M.A., “El taurobolio de la Villa de las Musas (Arellano-Navarra)”, Trabajos de arqueología navarra, 17, 2004, pp. 247252.

Mezquíriz, M.A., La villa de Arellano: el poblamiento rural de la época romana en Navarra, en J. A. Pintado (ed.), Navarra en la antigüedad. Propuesta de actualización, Pamplona, 2006, pp. 245259.

Mezquíriz, M.A., “Las villae tardorromanas del Valle del Ebro, Trabajos de Arqueología de Navarra, 21, 2009, pp. 199272.

Mezquíriz, M.A. – Unzu, M. “Los mosaicos de la “villa” romana de Arellano (Navarra-España): un programa iconográfico sobre el mito de Cibeles y Atis”, en H. Morlier (ed.), La mosaïque gréco-romaine IX : [actes du IXe Colloque international pour l'étude de la mosaïque antique et médiévale organisé à Rome, 5-10 novembre 2001], Roma, 2005, pp. 988–999.

Olszewski, M.T., “El programa iconográfico de la villa de Arellano (Navarra, España). El rechazo de la interpretación de Cibeles y Atis, su culto y la justificación de la nueva reinterpretación de los mitos griegos”, 2015, [https://www.academia.edu/14203810].

Osório, M., “Uma nova tipologia de monumento votivo na Lusitânia romana. A propósito de um estranho achado arqueológico dos Fóios (Sabugal)”, Ebvrobiga, 9, 2018, pp. 15–26.

Sesma, J. – Tabar, M.I., “La villa romana de las musas en Arellano y su adecuación para la visita pública”, Cuadernos de arqueología de la Universidad de Navarra, 19, 2011, pp. 265–299.

Vidal Álvarez, S., La escultura hispánica figurada de la Antigüedad Tardía (siglos IV-VII), Corpus Signorum Imperii Romani: España, vol. II, Murcia, 2005.

Bibliografía secundaria en discusión y notas

1) Fernández-Galiano, D., “Cadmo y Harmonía. Imagen, mito y arqueología”, Journal of Roman Studies, 5, 1992b, pp. 162–177.

Fernández-Galiano, D., “Monasterios paganos: una propuesta”, Archivo español de arqueología, vol. 65, 165-166, 1992c, pp. 331334.

Fecha de actualización

2022/10/25

Conjuntos de fichas