Considerado como una Amazona o Diana cazando en su catalogación original, su identidad fue restaurada por García y Bellido al publicarlo como la parte central de un “retablo” mitraico. Guarda cierta similitudconel Mitratauróctono de Cabra (nº 2.04.01, pieza siguiente en el catálogo), aunque por las dimensiones conservadas se estima que sería un tercio más pequeño. A pesar de ello, es suficientemente grande como para haber sido el icono central de un mitreo que, con toda probabilidad, hubo de existir en la capital provincial. No es de factura extraordinaria. El estado de deterioro en el que se encuentra permite sospechar que ha sido objeto de una acción violenta. El arquitecto Félix Hernández hizo entrega de la pieza al Museo en 1930. Como su actividad profesional se centraba en Córdoba, García y Bellido pensó que probablemente la pieza procedía de la ciudad, lo que es muy probable, pero hay constancia de trabajos del Sr. Hernández en Andalucía Occidental y Extremadura, por lo que no hay certeza de que la pieza sea cordobesa. La pierna doblada por la rodilla es igualmente expresiva de su relación con Mitra, pero García y Bellido no tiene en cuenta ese detalle porque la pierna ya estaba perdida en 1971, fecha de la foto publicada por García y Bellido. Dado que la identificación como tauroctonía es muy probable y que su procedencia local es la más fácilmente aceptable, esta pieza es el testimonio residual del mitreo que seguramente hubo en Corduba, cuyos cultores tuvieron la suficiente capacidad económica como para importar la pieza tallada o al menos el bloque de mármol para ser trabajado localmente. A tenor de ese detalle podemos imaginar que el correspondiente mitreo debió cobijar un rico material mueble datable verosímilmente en la misma época que el de Emerita.