Cacciotti no recoge el trabajo de Rodríguez Azcárraga, por lo que no pudo integrar la tauroctonía en su análisis iconográfico. Este segundo fragmento no es un atributo de Ceres como propuso Mélida, sino que corresponde al rabo del toro vuelto hacia arriba y convertido en espigas de trigo, como es conocido por otras representaciones (Vermaseren, CIMRM, I, nos 172 y 173, 174, 181 en Campania; Lacio: nos 208, 310, 318, 321; Roma: al margen del dudoso 334, son seguros los nos 335, 339, 350, 357, 366, 368, 370, 390, 397,415, 417, 435, 437, 546, 554, 584, 588, 596?, 615; 641 de Fiano Romano; 650 de Nesce; 654 de Sutri; 657 de Soriano nel Cimino; 690 de Macerata; 693 de Bolonia; 736 de Aquileya; 759 de Verona?). También es frecuente en Germania el remate del rabo del toro en espiga (Vermaseren, CIMRM, II, 1012; 1083; 1118; 1137; 1283; 1292; 1306; 1314); en Panonia también está documentado (Vermaseren, CIMRM, II, 1599; 1665; 1701; 1704; 1721; 1727; 1740), así como en Dalmacia, aunque sea menos frecuente (Vermaseren, CIMRM, II, 1849; 1859; 1879; 1893; 1902; 1907) o en Dacia (Vermaseren, CIMRM, II, 1972; 1973; 2006; 2084; 2085) y Moesia (Vermaseren, CIMRM, II, 2195; 2198; 2223; 2247; 2306). Por tan habitual difusión de esta específica modalidad del rabo es difícil establecer conexiones iconográficas o conceptuales de la tauroctonía emeritense con una región concreta.